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Con teatro, música, y reflexión, víctimas conmemoraron su Día en Cúcuta
La parada cultural fue realizada en el malecón para llamar la atención de los cucuteños que pasaban por la ciclovía de la capital nortesantandereana en la mañana de este domingo.
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Cuando John, un niño de siete años, vio que la muerte estaba cerca de las personas, la tomó de la mano, la hizo levantar y la retiró de allí.
El pequeño hacia parte del público que asistió a la parada cultural con la que se conmemoró el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas en esta ciudad.
La obra, que pretendía mostrar lo que pasa en el país con la justicia, la verdad y la memoria, surgió de un taller que realiza la Defensoría del Pueblo con víctimas y no víctimas, con una técnica que se llama Teatro de los Oprimidos, y es participativa.
Los actores representaban además de la muerte, a un sacerdote, a una persona del sector Lgbti, a una periodista entre otros.
Cuando preguntaron al público qué cambiarían en la escena, no solo apareció Jhon; también una niña de 6 años que sacó a la periodista de debajo del político que la tenía oprimida.
Una joven, Natalia, puso a la muerte junto a las personas "porque es natural que la gente muera" pero insistió en que ojalá siempre sea así, "natural y no provocada por otros". Otra mujer llevó al sacerdote al lado de la lesbiana para que la abrazara.
Esta obra fue uno de los momentos emotivos de la jornada que bajo un intenso sol, entre 9:00 am y 1:00 pm, se llevó a cabo al lado de la ciclovía en que se convierte la calle del malecón los domingos en Cúcuta.
Los transeúntes y ciclistas se acercaban a observar el espectáculo en el que participaron grupos de muy buena calidad artística, de distintas edades, orígenes y estilos.
Las mujeres del grupo "Ser negro es más sabroso", desplazadas del Pacífico, interpretaron sus ritmos tradicionales. Mariana Castillo Orobio, dijo por qué lo hacen: "queremos transmitir nuestros saberes ancestrales aquí en Norte de Santander donde nos han recibido tan bien".
Los jóvenes participaron activamente mediante el baile y el canto, sobre todo de rap y hip hop. Entre estos hubo un trío integrado por Sarita, de unos 20 años, quien cantó con su hermana de 10 y con su mamá, ya un tanto canosa, que fue muy aplaudida por el público joven por interpretar este ritmo.
Este año, el primero en que se conmemora el Día con un Acuerdo de Paz firmado, las víctimas decidieron y lideraron lo que querían hacer en Cúcuta, y recibieron apoyo y acompañamiento de la Unidad para las Víctimas, de la alcaldía municipal, la Gobernación de Norte de Santander, la Defensoría del Pueblo, El Centro Nacional de Memoria Histórica, organismos de cooperación internacional, entre otros.
La satisfacción que produjo la parada cultural, la expresó Claudia, una mujer del sector Lgbti, que hizo parte de la representación teatral: "la inclusión se ha visto, nadie me dijo nada en la obra, me gustan las mujeres y qué", dijo sonriente.
No hubo discursos ni pendones de las entidades estatales, por petición de los sobrevivientes del conflicto armado. Luis Saniel Peñaranda, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, destacó la organización de la jornada, y a las 4:00 pm, asistió al Concejo municipal porque fue invitado a la sesión especial convocada para conmemorar este Día.
Durante la sesión del Concejo pleno fueron condecorados los integrantes de la Mesa de víctimas de Cúcuta, quienes agradecieron el gesto de los concejales.