Garantías de no repetición
¿Qué son?
Las Garantías de No Repetición son consideradas tanto una de las formas de reparación a las víctimas como uno de los principios generales de responsabilidad internacional de los Estados. Dichas garantías a diferencia de las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación y satisfacción se encuentran dirigidas a la sociedad con el propósito que no se repitan la vulneración de los derechos de las víctimas, así como eliminar y superarlas causas estructurales de la violación masiva a los derechos humanos y/o al derecho internacional humanitario al interior de la sociedad. Las garantías de no repetición comprenden .dos dimensiones: una preventiva y otra reparadora.
La dimensión preventiva surge de la obligación internacional que tienen los Estados de prevenir las violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario, y cobra especial importancia en procesos transicionales donde el riesgo persiste y no basta con reparar los daños ya infligidos sino prevenir los futuros. Por ejemplo, el desminado y la prevención de reclutamiento.
La dimensión reparadora se refiere a acciones que correspondan a mitigar los daños infringidos a las víctimas en violación a sus derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario, teniendo eco en acciones de carácter institucional, político, económico y social que beneficien a la sociedad en general. Por ejemplo, la socialización de la verdad judicial, pedagogía social en derechos humanos, eliminación de patrones culturales, entre otras.
La implementación efectiva de las garantías de no repetición aseguran el logro de la paz y el fortalecimiento de la democracia, teniendo en cuenta que las garantías de no repetición deben responder a los contextos, características y necesidades territoriales. Asimismo, la Unidad para las Víctimas ha basado su desarrollo y aplicación sobre el desarrollo de un enfoque de reconciliación que tienda a restablecer la confianza, la democracia, los derechos de las víctimas, y el territorio entre el Estado, las comunidades y los antagonistas.
¿Qué hacemos?
La Unidad para las Víctimas, por mandato de ley, debe crear estrategias de garantías de no repetición, por lo tanto, en el año 2013 se crea el grupo de garantías de no repetición adscrito a la Dirección de Reparación, que bajo el mandato de las órdenes del artículo 149 de la Ley 1448 de 2011, desarrolla las siguientes líneas de trabajo:
- Impartir y desarrollar – al interior de la Unidad- los lineamientos para el diseño, formulación, gestión y socialización de las Garantías de No Repetición, en su dimensión preventiva y reparadora.
En esta línea, se incide en diferentes rutas y procedimientos de la Unidad asociados a la reparación integral, algunos de ellos son: reparación colectiva en el acompañamiento a la formulación de garantías de no repetición en los planes de reparación sujetos colectivos, socialización de la verdad judicial contenida en las sentencias de justicia y paz, participación en alianzas estrategias interinstitucionales para la construcción de paz. Como: G8 “Juntos
Construimos Paz”, así como alianzas para la paz y el desarrollo, de la mano de la oficina de cooperación de la entidad, y en la estrategia de pedagogía social para el desarrollo de tareas asociadas a acercamiento de la empresa privada al enfoque de reconciliación y cultura de paz. - Incentivar y sensibilizar a las entidades territoriales sobre la inclusión de acciones para la reconciliación, a través de la herramienta Índice de Condiciones para la Reconciliación Nacional.
En esta línea, se desarrolla la implementación de la herramienta Índice de Condiciones para la Reconciliación Nacional, que mide la existencia de condiciones para la construcción de procesos de reconciliación municipal. Esta herramienta territorial busca lograr la cuantificación de cuatro dimensiones que componen el concepto de reconciliación en Colombia: confianza, democracia, derechos de las víctimas y territorio, consideradas fundamentales para la reconciliación. La medición se logra a través del levantamiento de información de los 67 indicadores que hacen parte de este instrumento. En el año 2014 se hizo la presentación de los resultados de tres pilotos: Bogotá, Medellín y San Carlos. Para 2015, se desarrolla la aplicación en 48 municipios en los departamentos de: Antioquia, Atlántico, Bolívar, Eje Cafetero, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Magdalena, Meta, Putumayo, Magdalena medio y Sucre. Se espera difundir los resultados, en el marco de la llegada de nuevas autoridades territoriales, con el fin de que se incluya en sus planes de desarrollo territoriales acciones y financiamiento para el mejoramiento de las dimensiones con más baja puntuación en sus municipios. - Formular en articulación con las entidades territoriales garantías colectivas dirigidas a la sociedad, que tiendan a deconstruir los patrones culturales que afianzaron la reproducción de hechos victimizantes.
Esta línea busca desarrollar acciones de carácter societal que tiendan a la identificación de las causas y consecuencias que permitieron la reproducción de violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario, desde aspectos sociales, económicos, políticos y culturales, desde iniciativas de construcción de memoria, estrategias de pedagogía y comunicación en donde participe toda la ciudadanía.
A la fecha, La Unidad para las Víctima se sumó a la estrategia de garantías de no repetición y cultura de paz liderada por la Alcaldía de Medellín, que desarrollará tres componentes: i) comunicación comunitaria con acciones de artísticas dirigidas a niños, niñas, adolescentes y jóvenes; ii). Comunicación a escala de ciudad a través de piezas masivas que posicionen las estrategia dentro de los habitantes de la ciudad; iii) consulta ciudadana, en la cual se realizará un sondeo sobre las condiciones de para la construcción de garantías de no repetición en la ciudad. - Liderar en articulación con la Agencia Colombiana para la Reintegración la transversalización del enfoque de reconciliación dentro de los procesos de reintegración y reparación.
La Agencia Colombiana para la Reintegración –ACR- y la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas - UARIV- identificaron la importancia de liderar un proceso de articulación partiendo de un enfoque de reconciliación, que posicione los procesos de DDR –desarme, desmovilización y reintegración- en clave de garantía de no repetición. Es así como en el encuentro de los procesos de reintegración y reparación se propician escenarios para desarrollar acciones conducentes a la reconciliación desde el restablecimiento de relaciones de diálogo y confianza entre las comunidades, antagonistas y el Estado. En este sentido, las entidades definieron tres ejes de articulación, para dar cumplimiento a sus objetivos durante el año 2015: Político, técnico y operativo.
En el eje político se priorizan las articulaciones desarrolladas bajo iniciativas nacionales o territoriales en las cuales se posicione el enfoque de reconciliación, como la estrategia G8 “Juntos Construimos Paz”.
En eje técnico, se busca la necesidad de desarrollar insumos y criterios comunes que orientaran las estrategias de implementación de acciones conjuntas en el territorio. En la cual se desarrolla un Protocolo que especifica los escenarios de articulación a nivel nacional, la consecución de insumos que nutran la construcción de lineamientos conjuntos.
En el eje operativo, busca el desarrollo de pilotos y proyectos que transversalicen el enfoque de reconciliación en las rutas de reparación, reintegración y salida de postulados de la ley 975, y los nuevos escenarios de justicia transicional a que haya lugar.
Elementos claves a tener en cuenta:
- Medidas dirigidas a las víctimas y a la sociedad en general.
- Incluyen reformas institucionales y transformaciones culturales bajo una mirada de futuro.
- Tienden a eliminar las causas de las violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario.
- Su efectiva implementación asegura el logro de la paz, o el restablecimiento de la democracia.
- Enfoque territorial, que respondan a las necesidades y características particulares de los territorios.
- Enfoque de reconciliación en sus cuatro dimensiones:1) restablecimiento de la confianza entre el Estado, las comunidades y antagonistas, 2) democracia, 3) derechos de las víctimas, y 4) territorio.