Jun
15
2023

Una obra de infraestructura vial que fortalece la economía de las víctimas en Valle de San Juan, Tolima

La Unidad para las Víctimas realizó la entrega de 130 metros lineales de placa huella a las y los pobladores de la vereda Buenavista alta y baja de este municipio.

TolimaValle de San Juan

En el marco del plan de retorno y reubicación, la Unidad para las Víctimas financió y acordó con la población del municipio de Valle de San Juan, Tolima, la construcción de 130 metros de placa huella. Esta obra aporta a la movilidad y la reactivación económica del sector, permitiendo el traslado de las cosechas a causa de la vocación agrícola del territorio.

Este municipio de carácter rural, que se extiende por hermosos paisajes montañosos y valles fértiles, cuenta con una población de 5.400 habitantes, siendo victimizadas 1.643 personas por causa del conflicto armado. En la actualidad, 971 personas víctimas residen en el municipio, representando el 18% del total de la población.

Manuel José Cuenca, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Buenavista Alta en el municipio de Valle de San Juan, afirma: “Esta placa huella nos beneficia porque era un paso crítico. Aquí los camiones quedaban atascados, el paso para las personas era imposible porque se formaba un barrial. Al tener este tipo de obra nos quitamos este problema de encima. Es una vía que beneficia altamente a toda la comunidad”.

La Unidad para las Víctimas ha acompañado al municipio de Valle de San Juan a través de diferentes acciones que buscan brindar garantías a las comunidades víctimas de desplazamiento forzado, a través de dotaciones biomédicas para el hospital municipal y el centro de salud rural, así como elementos tecnológicas y mobiliarios para las instituciones educativas.

 

Andes

El Neme, vereda vecina que vivió una masacre

A tan solo 30 kilómetros de Buenavista está la vereda el Neme, zona que fue víctima de una masacre el 24 de abril de 2001, cuando integrantes del Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia reunieron a los pobladores en la escuela de la zona rural donde afirmaron que asesinarían a supuestos colaboradores de la guerrilla.

Posteriormente, en la finca La Arrocera mataron a cuatro personas, quemaron viviendas y robaron el ganado y las pertenencias de la comunidad.

Esta masacre ocasionó el desplazamiento forzado de aproximadamente 70 familias hacia la cabecera municipal.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir", con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.