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Retorno de Medellín llegó sin inconvenientes al Alto Andágueda (Chocó)
La Unidad para las Víctimas, a través de las direcciones territoriales de Bogotá, Medellín, Chocó y Eje Cafetero, realizó de manera exitosa el retorno de trescientos indígenas emberas que se encontraban en la ciudad de Medellín hasta el departamento del Chocó.
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Entre el llanto por la emoción de retornar a la tierra de la que nunca debieron haber salido, tras más de seis años de permanencia y sin incovenientes se realizó el retorno de las familias 61 indígenas emberas desde la capital de Antioquia hasta el sector del Alto Andágueda, perteneciente al municipio de Bagadó, departamento del Chocó.
Los indígenas (190 adultos y 110 niños) que se encontraban desde hace más de un lustro en la ciudad de Medellín, muchos de ellos en situación de indigencia, retornaron a sus territorios ancestrales reuniéndose con familiares y amigos, con el objetivo de rescatar sus tradiciones y experiencias que en algún momento se perdieron por culpa del conflicto armado y la presión de los grupos al margen de la ley.
Las familias emberas viajaron en ocho buses, desde el corazón de Antioquia hasta el resguardo indígena de Gitó Dokabú, en Pueblo Rico, Risaralda, en donde recibieron ayudas humanitarias y kits por parte de la Unidad para las Víctimas.
También, dinero de parte de la administración municipal de Medellín y atención médica y de seguridad por parte de autoridades locales, con el fin de seguir su viaje a lomo de mula hasta el destino final en la comunidades de Alto Moindó, Cascajero, Ocotumbo, Conondo, Aguasal y Pescadito, corregimiento del Alto Andágueda, en Chocó.
"Desde la Unidad preparamos todo una logística para que cada uno de los indígenas que conforman esta comunidad llegara de forma exitosa a su lugar de destino, esperamos que en adelante puedan desarrollar sus actividades con toda tranquilidad en su territorio y que el Estado les pueda brindar garantías de no repetición", aseguró Diana Bravo Rubio, desde la subdirección nacional de retornos.
Tanto familias retornadas, como receptoras (quienes reciben a los indígenas que llegan) recibieron entre otros elementos: vajillas, ollas, utensilios de cocina, colchonetas, sábanas, cobijas, toldillos, canecas, kit de herramientas, mercado y dinero para su manutención durante estos primeros días del regreso.
"La Unidad para las víctimas presta un servicio completo para acompañar a estas familias indígenas desde su salida en Medellín, hasta su llegada a destino final, de ahí el esfuerzo de todas las territoriales que se han unido en un solo estamento para garantizar el bienestar de los retornados, ya tenemos mucha experiencia en este tipo de acciones y por ello podemos dar un parte de tranquilidad y a la vez de felicidad por lograr este nuevo proceso", afirmó Ómar Alonso Toro Sánchez, director territorial de la Unidad en el Eje Cafetero.
De esta forma el Gobierno Nacional da un parte positivo acerca de los tiempos de cambio que se pueden evidenciar tras la firma de los acuerdos de Paz, validando el concepto de seguridad en la zona por parte de las autoridades policivas y militares, rescatando las tradiciones ancestrales y culturales de la población indígena embera y logrando garantías de no repetición, uno de los pilares fundamentales de la Ley 1448 del año 2011.
Cornelio Tequia, representante de la comunidad indígena argumentó: "Estamos felices de volver a nuestra tierra y ver familiares de los que nos separamos por culpa del conflicto armado, pasamos condiciones muy duras en Medellín y agradecemos a la Unidad y el Gobierno por este retorno".
Finalmente la alcaldesa de Bagadó, Marinela Palomeque Serna apuntó: "Todas las entidades del Gobierno Nacional y local estamos comprometidos, los indígenas que hoy regresan son nuestros hermanos y como tal los vamos a tratar, pensando en su bienestar y dignas condiciones de vida".