La Unidad para las Víctimas entregó en total cerca de 975 millones de pesos que hacen parte de las medidas de reparación integral a las personas que sufrieron daños en medio del conflicto armado.

Con una serenata para las personas mayores que recibían hoy la carta de indemnización administrativa y con un taller sobre la adecuada utilización de los recursos, comenzó en la sede la de Unidad para las Víctimas en Bucaramanga la jornada de entrega de 122 cartas de notificación de indemnización a igual número de personas afectadas por el conflicto armado en Santander.

En el evento hubo acompañamiento del Sena, el Fondo Nacional del Ahorro, la Secretaria de Desarrollo de Bucaramanga y Floridablanca, el Banco Agrario, entre otras entidades públicas que hacen parte del Sistema Nacional de Atención y reparación Integral a las Víctimas (Snariv).

El director territorial de la Unidad en Santander, Gonzalo García, habló de las actividades paralelas a la entrega de las cartas: “Les contamos a nuestras victimas la manera de invertir esos recursos del Estado, esperamos que mejoren las condiciones de vida no solo de ellos sino también de su núcleo familiar”.

Una de las mujeres mayores que recibió la carta con la que puede acudir a la entidad financiera a reclamar el dinero e la indemnización, expresó satisfacción: “Soy desplazada, estoy recibiendo mi indemnización y voy a ver si compro o hago mi casita”.

En la jornada también se hizo presente Guillermo Valencia, un hombre que ya recibió la indemnización y ya la invirtió: “Soy desplazado de San Rafael  de Rionegro, me sacaron los elenos, me mataron un hermano y a causa de so fue que me tocó venirme del pueblo; ya me dieron la indemnización y la invertí en la casa en donde estoy viviendo”, dijo sonriente y con su hizo en sus brazos.

En el departamento habrá más entregas de indemnizaciones en próximos días. La indemnización es una de las medidas que hacen parte de la reparación integral a las víctimas del conflicto armado, para resarcir en parte el daño que sufrieron. Las otras medidas son rehabilitación (física y sicológica), restitución (de derechos), satisfacción (medidas simbólicas) y garantías de no repetición (obras y acciones que contribuyan a superar el miedo, la rabia, el dolor, a reconstruir el tejido social, a superar posibles causas del conflicto).