Jul
10
2017

El puente que repara a víctimas y acerca a comunidades alejadas en Toledo, Antioquia

Para financiar la reparación por valor de $80 millones se unieron la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y la Alcaldía de Toledo. Por la trascendencia comunitaria de la obra en el área de influencia de Hidroituango se vinculó a Empresas Públicas de Medellín.

AntioquiaToledo

Los habitantes de varias veredas de Toledo ya no tienen que arriesgar sus vidas aventurándose a cruzar las caudalosas quebradas ni perder en sus aguas crecidas animales y productos campesinos.

El puente de 80 metros de longitud, que comunica las veredas Las Margaritas, Santo Domingo, Taque y la Mata de Rosa, fue reparado para permitir a más de 600 habitantes de esta alejada zona rural movilizarse con seguridad y llegar a la zona urbana para comercializar sus cosechas.

Al menos un centenar de ellos se reunieron para volver a caminar por la estructura durante el acto de entrega de la obra a la comunidad, mientras el sacerdote del municipio bendijo la obra en el recorrido. Por casi 10 años la gente reclamó su arreglo después de quedar inhabilitado por deterioro y daños materiales.

Para financiar la reparación por valor de $80 millones se unieron la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y la Alcaldía de Toledo. Por la trascendencia comunitaria de la obra en el área de influencia de Hidroituango se vinculó a Empresas Públicas de Medellín para costear la mano de obra, a cargo de los mismos habitantes de la zona.

Una de ellas fue Gladys Posada, habitante de la vereda Las Margaritas y víctima del conflicto por el asesinato de su esposo, una hija y el desplazamiento forzado. Asistió al acto como representante de las víctimas de Toledo y recordó que hace más de una década sufrieron desplazamientos, homicidios y amenazas y por eso “nos juntábamos varias personas para cruzar el puente acompañados y sentirnos más seguros por el miedo a la guerrilla (frente 36 de las Farc) y los paramilitares que habían aquí”.

Ahora, sin la presencia de estos grupos armados ilegales, se reunieron para celebrar una obra que significa progreso y el fin del aislamiento que les dificultaba la movilidad y alargaba en varias horas el camino al pueblo. “Este puente es muy importante para nosotros, porque a las víctimas no solo nos reparan con dinero y mercados… esta es mejor forma porque no es para una sola persona, sino para varias comunidades beneficiadas de este proyecto ya que van a poder sacar el café, el maíz, el plátano y la yuquita”, afirmó Gladys.

Con el puente reparado, el campesino Argiro de Jesús Tapias se siente seguro y motivado para seguir trabajando el campo. Cuenta que “este puente nos sirve mucho porque estas dos quebradas se crecen y nos hemos visto atajados esperando que baje la creciente para poder pasar con el mercado o las cargas de café”.

Se siente contento de no tener que arriesgarse a cruzar esas aguas crecidas, como lo hizo una vez con mal resultado: “Una vez se me ahogó una mula que arrastró la corriente con una carga de mercado”. En la zona dicen que una persona también perdió la vida al intentar cruzar el afluente.

Proyectos de infraestructura social y comunitaria

Jorge Mario Alzate Maldonado, director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, destacó en el acto de entrega de la obra la articulación interinstitucional para concretar el proyecto de impacto comunitario para más de 600 habitantes: “Esta es la evidencia de que la paz se logra con obras, con justicia social y con presencia institucional para que las comunidades afectadas por el conflicto pueden reconstruir su vidas y tejido social. Este puente facilita el comercio de sus productos y la inclusión social”.

La Unidad para la Reparación a las Víctimas ha invertido en Antioquia $1.686 millones en cofinanciación de proyectos agrícolas y rehabilitación de infraestructura comunitaria, tales como puentes, placas deportivas, mejoramiento de centro educativos y vías de acceso, entre otros.

Como parte del proceso de prevención, se apoyan proyectos para el desarrollo de comunidades afectadas por el conflicto armado evitando las rupturas que generan la violencia. Actualmente se ejecutan 11 proyectos en siete municipios: Toledo, Briceño, Zaragoza, Dabeiba, Ituango, Remedios y Vigía del Fuerte.

“Con estas obras se benefician unos 14.000 habitantes y se apoya la reactivación económica y facilitando en muchas ocasiones el retorno de estas familias a sus regiones y de esta manera contribuir a la paz desde los territorios”, indicó el director territorial.