También se acogió por unanimidad la búsqueda de un mecanismo que agilice la entrega de ayuda humanitaria a quienes han sido obligados a dejar sus viviendas y están en los refugios.

El Consejo Departamental de Paz de Norte de Santander aprobó cinco medidas contra la crisis humanitaria que viven cerca de 280.000 habitantes de la zona del Catatumbo desde hace un mes, por el enfrentamiento que libran en esa región miembros de los grupos armados ELN y EPL.

Presididos por el gobernador William Villamizar, el vice ministro de Defensa, Aníbal Fernández de Soto, el gestor de paz Eduardo Mendoza y los más de 70 miembros del Consejo, se autorizó la participación de cinco delegados a la reunión del próximo domingo en el municipio de El Tarra, para analizar en territorio la situación y escuchar a los habitantes del lugar. En el grupo estarán un funcionario de la administración departamental y delegados de organizaciones sociales.

La segunda medida acordada fue la asistencia al encuentro de alcaldes de los 11 municipios del área del Catatumbo en Ocaña, el 22 de abril, donde estarán además el ministro del Interior José David Rivero, el Defensor Nacional del Pueblo, Carlos Alfonso Negret el gobernador William Villamizar y dirigentes comunales de los pueblos afectado.

Otra iniciativa tiene que ver con la invitación del Consejo Nacional de Paz para que sesione en los próximos en Norte de Santander, en especial, en uno de los municipios del Catatumbo.

También se acogió por unanimidad la búsqueda de un mecanismo que agilice la entrega de ayuda humanitaria, a quienes han sido obligados a dejar sus viviendas y están en los refugios. En este punto, en el que participaría la Unidad para las Víctimas, se propuso organizar un cordón humanitario o una caravana protegida por la fuerza pública para llegar hasta las familias amenazadas.

Finalmente se acordó nombrar una comisión o delegación, que una vez tenga autorización del gobierno nacional, busque un diálogo los grupos armados protagonistas de la crisis, para mediar en una salida pacífica del conflicto local que impide una paz completa en el país.

Al margen de los anteriores puntos, se decidió buscan un signo que identifique a las cerca de 80 instituciones escolares de los municipios afectados, los hospitales y las ambulancias, como espacios y equipos de paz, con la intención de que los actores armados no lo incluyen en sus disputas.

El Consejo Departamental de Paz sesionó en Cúcuta con la presencia además, de los obispos de las Diócesis de Tibú, Omar Alberto Sánchez, y de Ocaña, Jorge Enrique Lozano y con un solo tema en la agenda: la crisis que viven los habitantes del Catatumbo ante el anuncio de un paro armado que les impide salir de sus viviendas y tiene cerrado el comercio y restringido el transporte.