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“Uno no se puede estancar, sino superarse”
Así lo expresó una de las 65 víctimas del conflicto que participaron en Medellín, de las estrategias sicosociales Siembra y Memorias Reparadoras, como parte de su reparación, durante el mes de agosto.
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Rubén Darío García tiene una discapacidad física por causa de las lesiones provocadas en una pierna por un disparo de fusil mientras estaba reunido con amigos en una cancha en Medellín, donde ocurrió un enfrentamiento armado.
Recordó que “resulté herido por una bala perdida en el año 2001, porque en esa época estaba el Bloque Metro de las autodefensas y había mucha violencia en el barrio al que llegué desplazado de Urrao, sin saber que estaba peor la ciudad que el pueblo”.
Él es una de las 65 víctimas del conflicto armado en Antioquia que durante agosto participaron en Medellín de las estrategias de Reparación Integral con Enfoque de Derechos Siembra y Memorias Reparadoras para personas mayores, en tres encuentros grupales dirigidos por el equipo sicosocial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia.
Con ejercicios sicosociales como el baúl de los recuerdos o el árbol de la vida se enfocaron en la autorregulación y fortalecimiento emocional para impulsar sus proyectos de vida en el entorno individual, familiar y social. También aprendieron sus derechos, hicieron duelos de sus experiencias de sufrimiento por causa de la violencia y se reconocieron como sobrevivientes con metas que cumplir.
Tras participar en los talleres, Rubén afirmó que “me sirvió esta atención porque uno no se puede estancar y compartir con personas que sufrieron igual o hechos más graves que uno, y ver cómo han salido adelante, es una motivación para no decir que tengo una discapacidad y no soy capaz, sino demostrarse que uno puede superarse”.
Medida reparadora
Esta estrategia hace parte de las medidas de rehabilitación del proceso de reparación integral y les permitió compartir sus historias de vida antes, durante y después de los hechos victimizantes como homicidio y desaparición forzada de familiares, secuestro, desplazamiento forzado, actos terroristas, tortura, extorsiones y violencia sexual.
De esta forma, identificaron cuáles experiencias requieren sanación y las fortalezas que han desarrollado para continuar con sus vidas, al tiempo que conocieron casos de otras víctimas en proceso de recuperación emocional.
Según el director de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, con esta estrategia “se pretende ayudar a sanar los daños que causan en las personas los hechos victimizantes que sufrieron, que no deben volver a repetirse en nuestro país, para que tengan condiciones sicológicas para reconstruir sus proyectos de vida, tener una vida familiar y social".
Desde que inició en 2012, se han beneficiado de esta medida reparadora más de 32 mil personas afectadas por el conflicto en Antioquia, casi 214.000 en todo el país.
(Fin/JCM/CMC/LMY)