Nov
13
2017

Unidad para las Víctimas e Icetex respaldan a 52 universitarios en Norte de Santander

Este fin se semana la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas reunió en Cúcuta a once jóvenes del grupo en el taller ´De la mano para para un mejor futuro´.

Norte de SantanderCúcuta

Tatiana Álvarez Amaya tiene 25 años y cursa el décimo semestre de comercio internacional en la Universidad Francisco de Paula Santander. En la misma universidad Jimena Bello, de 19 años, va en sexto semestre de ingeniería de producción biotecnológica, mientras y tanto, Natalia Carrero, de 25 años, terminará en diciembre su tercer semestre de comunicación social en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. A las tres las une el Fondo de Educación Superior creado para por el Gobierno Nacional para ayudar a las víctimas del conflicto armado en el país a estudiar una carrera universitaria.

En Norte de Santander el grupo asciende a 52 universitarios, distribuidos en universidades públicas y privadas, matriculados en arquitectura, medicina, psicología, ingeniería ambiental o de producción biotecnológica, bacteriología, trabajo social, entre otras carreras de formación superior.

Natalia está plenamente identificada con su elección y afirma que su deseo es utilizar la comunicación para un cambio social. “Yo fui desplazada de Sardinata, allí viví, además del desplazamiento, la frustración de terminar con buenas calificaciones mi bachillerato, sin poder entrar a la universidad porque no tenía recursos. Quiero, como Comunicadora, contar lo que pasa en esos territorios para que se produzca un cambio de verdad”, enfatiza.

Tatiana, a sus vez, asegura que una vez termine aplicará para entrar a la Policía Nacional como profesional de Comercio Internacional. “Me gustan las fuerzas militares y pienso entrar cuando me gradué, afirma, luego de contar que perdió a su papá en la violencia, cuando tenía 15 años. Con su mamá nunca se llevó bien, por eso en los últimos 10 años le ha tocado sobrevivir trabajando en lo que salga.

Ellas, y los otros 50 estudiantes, en su condición de víctimas, accedieron al Fondo Superior y lograron un crédito condonable que les paga el semestre de sus carreras y le otorga un subsidio para algunos gastos extras (trasporte, libros, fotocopia, etc).

“Ellos deben mantener un promedio en sus calificaciones para no perder el crédito que además les ofrece asesoría piscosocial por parte  de la universidad, gracias a un bono extra que el Icetex le da al centro de enseñanza superior”, manifestó María Oliva Suarez, profesional de Acompañamiento de la Unidad para la Atención y  Reparación de las Víctimas, Territorial Norte de  Santander y Arauca.

Para integración y seguimiento del grupo, la Unidad realizó una jornada denominada “De tu mano para un mejor futuro”, a través de las cuales asistieron once que contaron cómo va su formación y los planes que tienen para el futuro.