Mar
01
2018

Unidad para las Víctimas acompaña conmemoración en homenaje a las víctimas del 28 de febrero de 1999 en Barrancabermeja

En el desarrollo del acto de conmemoración, los familiares de las personas que fueron víctimas directas de esta masacre expresaron su agradecimiento con la Unidad para las Víctimas por el acompañamiento a las actividades, recordando que aún tienen viva la esperanza de que se conozca la verdad de los hechos.

SantanderBarrancabermeja

Con ocasión de los 19 años de la masacre del 28 de febrero de 1999, en Barrancabermeja, los familiares de las víctimas directas de estos hechos realizaron diversas actividades para rendir homenaje a quienes fueron muertos y desaparecidos a causa del conflicto interno armado.

La jornada inició cerca de las 9:00 a.m. con una galería de la memoria en las afueras de la Iglesia del Señor de los Milagros. Desde esa hora, funcionarios de la dirección territorial de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, apoyaron el montaje de la misma y brindaron el pertinente acompañamiento.

Esta conmemoración, que además es un ejercicio de construcción, reconciliación, resiliencia y paz, también incluyó un momento de reflexión como acto simbólico central, en el que se encendieron velas blancas y se amenizó con canciones de contenido social buscando resaltar la lucha y a su vez la esperanza que tienen quienes aún viven y sueñan con una Colombia en paz.

Seguidamente, se ofreció un momento espiritual con la intervención del párroco de la Iglesia del Señor de los Milagros, quien instó a perdonar y a reconciliarse como primer paso para lograr la sana convivencia y la paz que tanto se anhela.

Para este año, la fecha se conmemoró con un factor diferenciador a las actividades realizadas en años anteriores, debido a que fueron las mismas víctimas quienes se tomaron la tarea de ser ellas, directamente como Corporación Familias por la Paz, las que organizaron la agenda desde el comienzo hasta el final del día.

A su vez, este año cada una de las actividades que se sumaron a la conmemoración contó con el apoyo de la Unidad para las Víctimas con el fin de poder realizar este acto como medida de satisfacción y contribuir al derecho que tienen de conocer la verdad y además de garantizar la no repetición de los hechos.

En la intervención, realizada en el acto central de la conmemoración, desde la Unidad para las Víctimas se pidió perdón a los sobrevivientes del conflicto que perdieron familiares y amigos en los hechos registrados en esta masacre perpetuada en el marco del conflicto interno armado.

Para Janeth Paola Galvis, quien perdió a su esposo y padre de su único hijo de dos años y medio cuando ella solo contaba con 20 años de edad, “pese a que el proceso ha sido extenso y un tanto agotador, es satisfactorio la unión que hay entre los familiares de las diferentes víctimas de los hechos, quienes a la fecha, con la asesoría del abogado Eduardo Carreño Wilches, han logrado obtener dos sentencias condenatorias y el reconocimiento por parte de quienes estuvieron inmersos en la ejecución los hechos que enlutaron a Barrancabermeja”.

Agregó que “el objetivo de organizarse como Corporación familias por la Paz” es lograr que se dignifique y reivindique la memoria de sus familiares que cayeron y desaparecieron a causa del conflicto”.

Posteriormente, la agenda continúo con la presentación de los avances de un documental que viene adelantando la Corporación Familias por la Paz, con el apoyo de los recursos de la Unidad para las Víctimas. El audiovisual es realizado por el laboratorio creativo “No Imitar”, conformado por un grupo de jóvenes barranqueños que busca generar contenidos audiovisuales contando las historias del territorio.

El domingo 28 de febrero de 1999, un grupo de paramilitares de las Autodefensas de Santander y el Sur del Cesar, comandado por Mario Jaimes Mejía alías “El Panadero”, incursionaron en Barrancabermeja y asesinaron a ocho personas y desaparecieron a dos, en un recorrido realizado por algunos barrios del sector nororiental de la ciudad.

Desde esa fecha, los familiares se unieron y dieron inicio a una lucha incansable para buscar a sus seres queridos y lograr la verdad para esclarecer los hechos y hacer justicia.

Para finalizar los actos conmemorativos, los familiares, en compañía de amigos e instituciones, recorrieron los lugares en donde fueron asesinados o desaparecidos sus seres queridos, como símbolo de que aún viven porque no los han olvidado.