Reparación integral con igualdad en el Eje Cafetero
Cándida Rosa, víctima del conflicto armado por el homicidio de su esposo y quien padece de una discapacidad mental debido a una demencia vascular, recibió la indemnización administrativa por parte de la Unidad para las Víctimas.
Cándida Rosa Parra de 87 años se ha visto sometida en la última década a múltiples tratamientos neuroclínicos y psiquiátricos tras una demencia vascular que padece y que derivó en una caída que la redujo a la cama debido a una fractura de cadera, además de la pérdida del habla.
Cándida perdió a su compañero de vida Rodrigo de Jesús Ramírez en San Carlos, Antioquia, y luego del incidente se vio obligada a desplazarse hasta la ciudad de Pereira, pero en los últimos años su rápido deterioro físico y mental obligó a su hija Nidia Rosa Ramírez Parra a llegar hasta la Perla del Otún para dedicarse a su cuidado.
Y fue precisamente por intermedio de su hija que Cándida recibió la indemnización administrativa, como un elemento de reparación por parte del Gobierno Nacional.
Nidia Rosa fue valorada a través de un nuevo instrumento que emplea la Unidad para estos casos, aplicado desde los componentes psicosocial y de acompañamiento a la adecuada inversión de los recursos a víctimas con discapacidad intelectual, mental/psicosocial o múltiple en la estrategia de toma de decisiones con apoyo.
“Estamos muy felices por poder indemnizar a doña Cándida, por intermedio de su hija Nidia, es el primer caso en el país que se indemniza a una personas a través de este procedimiento, sabemos de la idoneidad de sus familiares para el cuidado de ella y esperamos que este dinero pueda servir para mejorar su calidad de vida, nuestros profesionales han estado atentos al proceso y se ha visto la unidad familiar alrededor de su matrona, ojalá que con este nuevo instrumento se puedan solucionar muchos casos más a nivel nacional”, comentó sobre el particular Freddy López Ramírez, director territorial de la Unidad en el Eje Cafetero.
La demencia vascular conlleva a quien la padece al déficit de atención, pérdida de memoria y razonamiento debido a lesiones importantes que se van presentando a nivel cerebral, lo que dificulta la capacidad de analizar, pensar, tomar decisiones y realizar actividades cotidianas con cierto nivel de independencia.
Con esta decisión la Unidad cumple con los principios de igualdad y no discriminación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que las personas con discapacidad mental puedan por interpuesta persona tomar decisiones autónomas, sin declararles interdictas.
“Realmente estoy muy agradecida con la Unidad porque ha sido un proceso muy difícil al ver el deterioro de mi madre, pero nunca perdimos la fe y me dejó sin palabras cuando me dieron la noticia de la carta de indemnización; este dinero nos llega en muy buen momento para cubrir las necesidades de mamá, estamos recibiendo este recurso como una bendición y con ello podremos comprar una cama medicalizada, muchos utensilios de aseo y una alimentación especial para que ella pueda tener una vida digna” dijo Nidia Rosa frente a este proceso.
Para cerrar este novedoso procedimiento Nidia debió firmar un consentimiento informado y declaración juramentada, en el cual asegura que los recursos serán destinados a cumplir lo que Cándida desea y necesita, pues, aunque no puede hablar, la comunicación entre ellas fluye a partir de tan solo las miradas.
El protocolo de Toma de Decisiones con Apoyo, le permite a la entidad conocer las necesidades de las personas con discapacidad, víctimas del conflicto, para que pueda hacer uso de su derecho jurídico y acceder a los recursos de la indemnización, además de dar cumplimiento al Auto 173 de 2014 que busca garantizar el reconocimiento de la capacidad jurídica de las personas con discapacidad intelectual, mental/psicosocial o múltiple.