Este proyecto de seguridad alimentaria, medidas de satisfacción y garantías de no repetición permite que 250 familias víctimas del conflicto de los municipios de Riosucio, Atrato y San José de Tadó cuentan con una medida de reparación.

En el auditorio María Garcés de Copete, en Tadó (Chocó), se realizó un intercambio de experiencias entre 250 mujeres de Tadó, Atrato y Riosucio víctimas del conflicto armado, que hacen parte de un proyecto de seguridad alimentaria, medidas de satisfacción y garantías de no repetición.

Gracias a este proyecto, las mujeres víctimas del conflicto reciben gallinas ponedoras, tubérculos y hortalizas que les garantizarán alimentación para ellas y sus familias y les brindarán la oportunidad de emprender a través de la comercialización de sus productos.

En el evento de intercambio las beneficiarias agradecieron la oportunidad de salir adelante que se les está dando y compartieron a través de dramas, líneas de tiempo y carteleras, los hechos victimizantes que las marcaron.

Durante su intervención, el alcalde de Tadó, Arismendy García, señaló que “me complace saber que a través de esta iniciativa se está contribuyendo a mejorar la calidad de vida de estas mujeres. Ahora, desde su saber agrícola, ellas pueden mejorar sus ingresos, su calidad alimentaria, superar las secuelas del conflicto, intercambiar ideas y reconocer sus derechos”.

La iniciativa es apoyada por la Unidad para las Víctimas, la Gobernación del Chocó y las alcaldías de Tadó, Atrato y Riosucio.

En el intercambio de experiencias de las víctimas participaron representantes institucionales como el secretario de Gobierno Municipal, coordinadores de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) de Tadó, Riosucio y Atrato.