En el sur del Tolima, cerca de 400 familias campesinas víctimas del conflicto se benefician con el proyecto para sostenibilidad alimentaria.

La implementación de huertas caseras para contrarrestar la crisis alimentaria en el marco de la emergencia sanitaria generada por la Covid-19, es uno de los alcances del proyecto agropecuario "apoyo a la producción agroecológica” que lidera la Unidad para las Víctimas en municipios del sur del Tolima.

En Rioblanco, 77 núcleos familiares afectados por el conflicto armado forman parte de esta iniciativa en la que los beneficiarios recibieron fertilizantes, semillas y herramientas para fortalecer o crear huertas en sus fincas.

“En esta ocasión la inversión fue de $67 millones, pero más que el recurso, lo que nos interesa y satisface, es poder contribuir de una menara directa a la sostenibilidad alimentaria de personas que además de haber sufrido el rigor de la violencia, ahora enfrentan una pandemia”, afirmó la María José Dangond David, directora de la territorial Central de la Unidad.

María Murcia, una de las campesinas beneficiada con la entrega, agradeció la presencia de la entidad y destacó su apoyo. “Es una oportunidad de mejorar el ingreso de recursos para las familias que no los poseemos, y de verdad muchas gracias y bendiciones”, puntualizó.

Esta es la tercera entrega de las 29 iniciativas relacionadas con las líneas de intervención directa de la entidad en el plan de trabajo propuesto dentro de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), para la subregión sur del Tolima. En el mes de septiembre cerca de 300 familias víctimas de los municipios de Planadas y Ataco, fueron favorecidas con el proyecto de huertas rurales por un valor que superó los $134 millones de pesos.

(Fin/WPG/SSS)