Flavio Teherán, de víctima a campeón paralímpico
En su adolescencia fue víctima de un artefacto explosivo que le mutiló una pierna. Ahora gana títulos de atletismo y se supera por su meta de ser campeón mundial.
Flavio Teherán Padilla es más que un sobreviviente del conflicto. A sus 35 años es múltiple campeón nacional de natación y de lanzamiento de disco, prueba en la que sumó otro título adjudicándose una nueva marca nacional.
En el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla venció en el abierto internacional de atletismo en su categoría con un lanzamiento de 45,26 metros. Para este atleta antioqueño el resultado lo acerca más a su sueño de ser campeón mundial: “Estoy feliz por lograr nuevamente un récord nacional y ubicarme dentro de los tres primeros del ranquin mundial paralímpico. Ha sido un trabajo duro y de mucho sacrificio”.
Luego de integrar la selección Antioquia, ahora compite con Valle del Cauca. A diario se levanta muy temprano para acudir a la unidad deportiva en Cali, donde entrena entre 4 y 5 horas en el gimnasio por las mañanas. En la tarde se dedica, una y otra vez al lanzamiento de disco para perfeccionar técnica y potencia.
Allí, sobre la pista el fornido atleta lanza por los aires el pesado disco, que vuela sin que su lanzador le quite la mirada, la misma que tiene puesta en ganarse un lugar en la selección Colombia paralímpica, una de sus metas como deportista de alto rendimiento.
Su vida es un ejemplo de reparación y resiliencia de las víctimas del conflicto. La colección de casi 50 medallas, títulos y marcas las consiguió con su pierna amputada y la otra con movimiento limitado, tras ser víctima de las trampas explosivas que dejó el conflicto armado en las zonas que azotó.
Flavio tenía 17 años cuando uno de esos artefactos mutiló su pierna y por un tiempo destrozó sus sueños. Ahora, casi 18 años después de caer malherido, entrena su cuerpo y mente para vencer la discapacidad y esos “miedos y fantasmas”, como él llama a las secuelas del día más trágico en su vida.
Fue el 30 de diciembre del año 2000. Caminaba por un paraje rural en el Bajo Cauca antioqueño cuando encontró un objeto que recogió para mirarlo y se le cayó al suelo. Un instante después una explosión a sus pies lo dejó aturdido y por un momento su visión se nubló.
“Eso se me comió las piernas, me mutiló una por completo y la otra me la salvaron los médicos, pero me quedó sin movilidad ni sensibilidad, solo me sirve de apoyo”. Para él no ha sido fácil sobrevivir con esa “visión atroz de sentirme mutilado y destrozado”.
Se convirtió así en una de las 11.621 víctimas que han causado las minas antipersonal y munición sin explotar en Colombia desde 1990, según las cifras de la Dirección para la Acción contra Minas Antipersonal del Gobierno.
Ejemplo de reparación y resiliencia
Después de meses de rehabilitación física por su discapacidad en Medellín, Flavio buscó una motivación para superarse y encontrarle un nuevo sentido a su vida. La encontró en la natación y el atletismo y se entregó en cuerpo y alma.
Pero antes de consolidarse como un deportista paralímpico de alto rendimiento tenía que vencer esos “fantasmas y temores”. Entonces acudió a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Primero, el psicólogo del equipo sicosocial Juan David González se convirtió en el entrenador de la mente de Flavio para su recuperación emocional. “Es un amigo que me ayudó a superar el temor y recuperar mi confianza que quedó dañada cuando esa explosión me cambió la vida y obligó a cambiar mis proyectos de vida en un instante”.
Su rehabilitación alcanzó otro alto punto en septiembre de 2016, cuando recibió la indemnización económica como parte de su reparación integral, que decidió ahorrar para una vivienda.
Ahora quiere conquistar más podios en su renovada vida: “Quiero transformar todo este proceso que ha sido doloroso en algo bonito. Ser campeón mundial y olímpico es un sueño real que le dio sentido a mi vida después de perder mi pierna… sería la recompensa a mi sacrificio”.