Esta comunidad indígena del occidente de Antioquia y excombatientes de las Farc realizaron un ritual del perdón como ejemplo de paz y reconciliación.

“La paz no solo tiene que ver con una firma, sino con un sentimiento y el valor a la vida que nosotros le damos”, así lo expresó Leonardo Domicó, líder indígena en Dabeiba, municipio del occidente antioqueño, durante el acto de perdón y desagravio llevado a cabo este sábado entre miembros de su etnia y excombatientes de la guerrilla de las Farc.

Para Domicó, no ha sido fácil, él es víctima de homicidio de varios de sus familiares y ha vivido la guerra en carne propia. En su lengua embera dijo también que, “yo hablo desde el dolor porque ya los perdoné, ese es el mensaje que los seres humanos debemos de poner en práctica para que la violencia disminuya y prevalezca la paz”.

Explicó también que “somos 11 resguardos legalmente constituidos y una población alrededor de 8.000 indígenas, quienes estamos participando de este proceso de perdón y reconciliación en el que excombatientes de las Farc, luego de un proceso de reincorporación a la vida civil y que sea de ejemplo para el mundo entero”.

Lorena Mesa, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, quien participó de este acto dijo que “Dabeiba ha sido un territorio que tuvo que sufrir los impactos de la violencia en nuestro país, para el Gobierno nacional es muy importante los actos de perdón que se desarrollan, pues se constituyen en acciones fundamentales para la reparación de las víctimas y las garantías de no repetición”.

La funcionaria añadió también que “el pueblo embera es un pueblo fuerte que ha resistido, día a día, por mantener su cultura y su dignidad, venimos a aprender desde sus usos y costumbres, desde su medicina, cómo sanar de manera individual y  colectiva”.

Al final de su intervención aseguró: “Estamos seguros de que este tipo de iniciativas potencian la construcción de paz, posibilitan la reconstrucción de nuestro país y permiten sanar las heridas del pasado, cuenten con nosotros para seguir avanzando en el camino hacia la consolidación de la paz y la reconciliación”.

Aída Solano, coordinadora del Grupo de Atención Psicosocial de la Unidad para las Víctimas, quien también hizo parte de este evento, dijo que “parte del proceso de reparación está basado en actos simbólicos,  como una de las medidas de satisfacción contempladas en la ley, y solamente a través del perdón vamos a reconstruir lo que fragmentó la guerra, solo a través de la reconciliación vamos a lograr reconstruir el tejido social y buscar un mejor futuro para las comunidades colombianas”.

Por su parte Pastor Alape, miembro del partido Farc y excombatiente del conflicto armado dijo que “estamos reconociendo que los pueblos embera katío han sido víctimas y este ritual del perdón es una iniciativa para posteriormente encontrarnos en espacios que haya verdad en todos los que hemos padecido la guerra”.

El acto realizado en el parque principal del municipio, estuvo colmado de colores, bailes tradicionales de la comunidad embera katío y de una nutrida feria de servicios y feria campesina en la que propios y visitantes pudieron acceder a orientación de servicios individuales en las Cajas de Compensación familiar para acceder a vivienda, recreación y educación en Comfenalco Antioquia y Comfama; acceso a financiación de proyectos productivos a través Banco Agrario y Banco de Bogotá, y Bienestar Familiar.

La Unidad para las Víctimas también tuvo un lugar en la Feria de Servicios con orientación sobre la ruta de reparación individual a la población víctima del conflicto en este municipio.

En Dabeiba, la Unidad para las Víctimas avanza en la reparación integral de dos sujetos de reparación colectiva, uno en el corregimiento de La Balsita y otro de enfoque étnico en el resguardo de Choromandó.

Durante la implementación de la Ley 1448 (ley de Víctimas), la Unidad ha entregado 3.253 indemnizaciones por valor de 18.882 millones de pesos.

(Fin/SMC-DFM/LMY)