
Con talleres, víctimas en Cúcuta reflexionan sobre su manera de enfrentar dificultades
A través de un ejercicio conocido como el espiral de la vida varias familias evaluaron situaciones diarias y la manera de afrontarlas para continuar con sus vidas.

Un pliego de papel, una madeja de hilo, pegante, cinta, papel y lápiz, fueron las herramientas que les ayudaron a varias familias afectadas por el conflicto armado a reflexionar sobre las dificultades que surgen en la vida y la forma de superarlas.
El guía en esta psicoterapia fue Bosco Guerrero Salas, profesional del proceso psicosocial de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander, quien aprovechó la jornada de indemnización que se realizó hoy en Cúcuta para este trabajo asistencial entre los asistentes.
“El ejercicio se conoce como la espiral de la vida y consiste en recrear en un papel el círculo de la vida con los pilares que ellos consideren vitales durante su existencia. Hay circunstancias que pueden facilitar o dificultar el ejercicio y la forma como las superen se traduce en debilidad y fortaleza para ellos”, explicó Guerrero.
En la familia Echeverry, por ejemplo, empezaron cuatro el ejercicio, pero lo terminaron solo las dos mujeres, porque los otros dos miembros del grupo decidieron marcharse. Para ellas, la vida, la salud y la capacidad para volver empezar fueron sus pilares.
“A veces sucede eso en la vida: alguien se marcha y nos deja, pero tenemos que continuar. Ellas lo hicieron, pudieron irse también, pero decidieron terminar el ejercicio. Es muy común en las mujeres; ellas no se rinden y siempre siguen adelante”, señaló el profesional.
En otro ejemplo de lo que refleja el juego para la vida, la cinta para cubrir el círculo espiral de los Vanegas quedó corta, lo que les enseñó que a veces los cálculos para enfrentar situaciones no son suficientes, pero que aun así, hay que seguir luchando. Para ellos Dios, la salud, la familia y la vida fueron sus prioridades.
“El objetivo de esta reflexión es que cada uno entienda que, a pesar del miedo, es un sobreviviente, y que es precursor en la construcción de una nueva vida, de un nuevo país”, manifestó Guerrero, quien les dejó estas frases como un mensaje final.
La asistencia psicosocial es parte fundamental en la reparación a las víctimas. Se ofrece de manera individual o colectiva en las jornadas especiales y todos los viernes de 7 de la mañana a 4 de la tarde en el Centro Regional de Víctimas de Atalaya.