
Comunidades de María La Baja sembraron pensamientos de paz
En el cierre de la estrategia “Construyendo Paz”, financiado por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas y coordinado por la Unidad para las Victimas, 459 sobrevivientes del conflicto contaron sus experiencias de recibir acompañamiento psicosocial y formación en construcción de medidas de reparación y educación financiera.



“Aprendí después de tantas caídas que uno debe levantarse con fuerza y firmeza y seguir avanzando. Lo que nos pasó no fue por nuestra culpa, hay que seguir adelante y buscar su felicidad”, así lo manifestó Yoiris Berrío, quien hizo parte de los encuentros programados por la Unidad para las Víctimas, en el municipio de María La Baja, Bolívar.
Como ella, más de 400 sobrevivientes del conflicto fueron orientados por profesionales que trabajaron por cuatro meses en el territorio, para aplicar procesos de recuperación emocional, un factor importante para avanzar en su reparación integral.
Para la población este ejercicio no solo permitió sanar heridas sino fortalecer el tejido social. “Las charlas nos cambiaron nuestra manera de ser. Incluso con el trabajo en grupo antes no nos conocíamos ni nos tratábamos, hoy somos un grupo diferentes que charlamos en todos los espacios y somos felices”, Nestina Franco, sobreviviente del conflicto.
La jornada contó con la participación de la directora territorial de la Unidad en Bolívar y San Andrés, Miledy Galeano Paz y delegados de la Alcaldía municipal.
En total fueron 210 encuentros donde participaron 459 personas de los corregimientos de Retiro Nuevo, San José de Playón, Matuya, San Pablo y la zona urbana de María la Baja.
En el acto de cierre de la estrategia “Construyendo Paz”, estudiantes de la vereda de Santa Fé de Hicotea, representaron a través de una obra de teatro, como fue su desplazamiento y como lograron recuperar su territorio con la ayuda de toda la comunidad.
De igual forma, los participantes de la estrategia representaron el renacer y la esperanza con la siembra de semillas de albahaca.
Este proyecto que benefició a 1.116 personas se desarrolló con éxito en los municipios de San Juan Nepomuceno, María La Baja y Zambrano dejando, en homenaje a la memoria y la dignificación de las víctimas, murales pintados por los participantes, un libro de relatos de la violencia y el posconflicto, galería de fotos, bosque de la memoria, esteras, canciones y representaciones artísticas.