
"Colombianos, no se resistan a la reconciliación": papa Francisco
Ante más de 6 mil víctimas del conflicto, el Sumo Pontífice escuchó los testimonios de dos sobrevivientes y dos antiguos combatientes y oró ante el Cristo de Bojayá por la reconciliación del país.

Los testimonios de cuatro colombianos que vivieron en carne propia el dolor provocado por el conflicto, pero que pese a ello han logrado sobreponerse y salir adelante, fueron el momento más emotivo del encuentro del papa Francisco con más de 6 mil víctimas.
Pastora Mira, que perdió a su padre, a su esposo y a dos hijos en diferentes hechos de violencia; Luz Dary Landázuri, víctima de una mina antipersona; Juan Carlos Murcia, desmovilizado de las Farc, y Delsy Sánchez, desmovilizada de las autodefensas, mostraron que a sus trágicas historias de vida, han sido capaces de seguir adelante.
"Coloco este dolor a los pies de Jesús crucificado para que con la oración de Su Santidad sea convertido en bendiciones para cambiar cinco décadas de violencia", dijo Pastora Mira, que conmovió a los asistentes al contar cómo cuidó en su casa a uno de los hombres del grupo que torturó y asesinó a su hijo.
Luz Dary Landazuri, víctima de Tumaco, contó que a causa de una mina sufrió graves lesiones en una pierna pero descubrió que "no podía seguir viviendo llena de odio" y por eso decidió dedicarse a ayudar a los demás y especialmente a capacitar a los habitantes de su región porque aún es muy alto el riesgo de ser víctima de un artefacto de este tipo.
El papa escuchó conmovido cada uno de los testimonios y se refirió a cada uno de ellos en su mensaje.
"Gracias por el gran bien que nos has dado con tu testimonio", le dijo a Pastora Mira. "Aunque aún queden secuelas de tus heridas, tu andar espiritual es rápido y firme", le dijo a Luz Dary Landazuri.
El pontífice recibió las ofrendas que cada uno de ellos hizo a Dios y los abrazó y saludó.
"Cuando el Santo Padre besó mis mejillas, fueron dos besos de mis hijos enviados desde el cielo", dijo Pastora Mira después del encuentro.
"Cuando me besa, bendice a mis hijos y me dice que soy una mujer luchadora y que debo continuar. Sentí que el corazón como que me lo apretaban", relató Luz Dary Landazuri.
Con las ofrendas hechas por las cuatro personas que dieron su testimonio, el papa hizo una oración al Cristo de Bojayá, mutilado por la explosión de la pipeta que mató a 79 personas y traído a Villavicencio desde esa población chocoana para presidir la celebración litúrgica.
"Este Cristo roto y amputado es más Cristo para nosotros porque nos muestra que él vino a sufrir por y para su pueblo", dijo el pontífice.
Flora Rosa Caicedo, una de las líderes de Bojayá que acompañó en procesión al Cristo, afirmó que el encuentro con el papa les enseña a todos los colombianos a perdonar.
"El Cristo para nosotros significa resistencia. Resistencia frente a la violencia que vivimos y resistencia también ahora en La Paz", agregó.
El papa envió a todas las Víctimas asistentes y a todos los colombianos, un mensaje de fortaleza y una invitación a perdonar y a reconciliarse.
"Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar. No temas a la verdad y a la justicia. Queridos colombianos. No tengan temor a pedir y a ofrecer perdón", dijo el Sumo Pontífice.