La Unidad para las Víctimas y las mujeres de esta asociación, de El Zulia, Norte de Santander, han implementado diez de las catorce medidas seleccionadas en su proceso de reparación integral

Irrepetibles sensibles, amables, responsables, luchadoras, fuertes, creyentes, conciliadoras, amorosas, sencillas y protectoras, así se definen hoy las integrantes de la Asociación de Mujeres Campesinas e Indígenas del municipio de El Zulia, Norte de Santander (Amuci), después de terminar los talleres de salud sexual y reproductiva con énfasis en prevención de violencia sexual, ofrecidos por la Unidad para las Víctimas, a través del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (Pnud).

Álvaro Vargas, funcionario de la Unidad en la territorial Norte de Santander, explicó que fueron precisamente las asociadas de Amuci quienes escogieron esta capacitación como una de las medias de rehabilitación dentro del proceso de reparación integral, al que tienen derecho como sujeto colectivo reconocido como víctimas por la Ley 1448 de 2011.

Por su parte, Elizabeth Torres, coordinadora de la capacitación, explicó que durante el conflicto armado a muchas de estas mujeres, que sufrieron desplazamiento forzado, hostigamiento e incluso violencia sexual, se les afectó su vida sexual y reproductiva, y había necesidad de restaurarla.

Con el apoyo de FunAmor, en esta ocasión, se dictaron seis talleres, de siete horas en promedio cada uno, donde se trabajaron: emociones y sexualidad, sistema genital femenino y masculino, infecciones de trasmisión sexual con énfasis en VIH/Sida, derechos sexuales y reproductivos, prevención de embarazos en la adolescencia, métodos anticonceptivos, género y diversidad sexual, violencia sexual, violencia de género y violencia en el entorno familiar y social.

Los encuentros evidenciaron que tenían fortalezas como el conocimiento sobre sus derechos sexuales, pero también mucho desconocimiento sobre métodos anticonceptivos y enfermedades de trasmisión sexual, entre otros.

“Fue muy buena esta capacitación, porque ahora ya puedo orientar sobre temas que desconocía, decirle a la comunidad cómo mejorar su vida sexual, prevenir embarazos, qué debe hacerse”, señaló Sandra Mina, una de las asistentes.

Estas réplicas en las comunidades podrán hacerlas con la ayuda de un kit de herramientas pedagógicas que se le entregó para este fin a cada una de las 30 asistentes.

En el marco de la reparación a las víctimas de Amuci, este mes se cerrarán 11 medidas, quedando pendiente tres con las cuales se terminaría este año el proceso de reparación colectiva para este sujeto.

Sobre las medidas faltantes Álvaro Vargas aclaró que “una se refiere a la implementación y puesta en marcha de la planta procesadora de cárnicos (situada en la Piara, municipio de El Zulia) las de no repetición, que son tres jornadas de alivio y desahogo emocional para las integrantes de la organización que adelanta el ICBF; el trámite que hará la unidad en Bogotá ante Fiscalía General de la Nación para saber el estado de las investigaciones sobre los hechos victimizante, individuales y colectivos, de acuerdo a los procedimientos de ley y, finalmente, la implementación de la medida de rehabilitación comunitaria y reconstrucción del tejido social -Entrelazando-”.