San Pablo Tulapas, en Turbo, culminó su plan de reparación colectiva y ahora luchará para sostener lo construido
Este corregimiento de Turbo alcanzó el cumplimiento del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), logrando que las acciones reparadoras repercutieran en sus 17 veredas y fueran sostenibles en el tiempo.
Luego de culminar las medidas de reparación colectiva concertadas con la Unidad para las Víctimas, San Pablo Tulapas continuará trabajando para sostener lo que construyeron colectivamente por alrededor de cinco años, como lo afirmaron sus líderes durante el acto de cierre del PIRC.
San Pablo Tulapas, ubicado al noroccidente del municipio de Turbo, inició el proceso de reparación colectiva en el 2014 por la ocurrencia de varios hechos de violencia, entre ellos despojo y desplazamiento, entre los años 94 y 97, por causa de la disputa del territorio entre las autodefensas de Carlos Castaño y las guerrillas de las Farc y el Epl.
Dentro de las acciones reparadoras se incluyeron la implementación de la estrategia psicosocial “Entrelazando”, la cual culminó el año pasado, inversión en infraestructura, la entrega de un vehículo tipo camión, apoyo a la recuperación de sus tradiciones campesinas mediante la entrega de instrumentos musicales, fortalecimiento con dotaciones a las instituciones educativas, la dotación de equipos biomédicos para los puestos de salud el Paraíso y Centro Poblado, con una inversión superior a los 900 millones de pesos.
Este PIRC, además, permitió la recuperación de otras prácticas comunitarias, la integración entre veredas y la resignificación de espacios como la vereda Isaías, que fueron estigmatizados al ser utilizados como escenarios de guerra en el conflicto armado, logrando, por medio de las medidas de rehabilitación, recuperar la identidad colectiva de veredas afectadas.
“Yo creo que el éxito para terminar efectivamente este programa fue el empoderamiento comunitario que recibimos a través de la Unidad para las víctimas y también hay que valorar mucho el empoderamiento femenino que no se daba en esta zona. Ha sido difícil, un programa que estaba pactado a tres años y nos fuimos a ocho por dificultades de un territorio que es extenso y no tiene vías, pero a pesar de esto y con la unión de la Juntas Comunales pudimos llevar a cabo este Plan”, manifestó Heliodoro Jiménez Polo, integrante del comité de impulso.
La materialización de este plan colectivo, constituido por alrededor de 18 acciones correspondientes a medidas de satisfacción, rehabilitación, no repetición, repercutió en las veredas del corregimiento: San Pablo, Nueva Tulapa, Paraíso, Porvenir, San Andrés, la Pita, la Pita Arriba, la Yoya, las Mercedes, Santa Bárbara Arriba, Santa Bárbara Abajo, Brazo Izquierdo la pita, Isaías, El Indio, La Coroza, Cielo Azul, Yoki Machena.
En el marco de este cierre, se realizó la entrega de dotaciones deportivas y herramientas agrícolas con el apoyo de la Organización para las Migraciones (OIM), implementos que entran a aportar al desarrollo y buen empleo del tiempo de los jóvenes, quienes han participado activamente en el proceso, también como grupo de apoyo, tejedores.
Por su parte, Elizabeth Granada Ríos, directora territorial, quien participó en el acto de cierre, destacó y felicitó a sus líderes por apoyar la culminación del PIRC.
“Nos sentimos satisfechos, que como Unidad, le estamos cumpliendo a esta comunidad que por tanto tiempo ha puesto la esperanza en la implementación de este PIRC , el cual contribuyó a la recuperación del tejido social, las prácticas, costumbres y las demás secuelas y afectaciones que dejó el conflicto armado”, dijo la funcionaria.
(Fin/cts/COG)