Herramientas agrícolas, ganado y semillas recibieron los miembros de la comunidad de la vereda Canaán, en cumplimiento de lo establecido en su Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC).

La subdirectora de reparación colectiva de la Unidad para las Víctimas, Juanita Ibáñez Santamaría, y el director de la dirección territorial magdalena, Carlos Ortiz Ruiz, entregaron dos remolques, 50 vacas preñadas, un semental y 150 kilogramos de semillas al sujeto de reparación colectivo de Canaán, en el municipio de Chibolo (Magdalena), en cumplimiento de los lineamientos establecidos dentro del Plan Integral de Reparación Colectiva.

En medio de muestras recreativas y culturales los miembros de la comunidad agradecieron a la Unidad para las Victimas por apoyar sus iniciativas productivas, y por la entrega de los semovientes y las herramientas agrícolas, que serán administradas por la Asociación de Campesinos de Canaán, Asocandescan.

“Agradecemos a la Unidad para las Victimas por apoyar el proceso de reparación de Canaán y los sujetos en este municipio. Eso y nuestras gestiones como comunidad nos han cambiado la vida”, dijo uno de los miembros de la asociación.

La jornada contó con la presencia del director de la Oficina de paz y reconciliación, Jaime Duque Peña; el alcalde de Chibolo, Hernán Julio Barrios, y representantes de Prosperidad Social, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), Unidad de Restitución de Tierras y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), entre otros.

El sujeto de reparación colectiva de Canaán tiene una población aproximada de 150 personas, de 35 familias. Con el apoyo de la Unidad, y con la gestión del Banco Mundial, la gobernación del Magdalena y la alcaldía local, adelantan su proceso de fortalecimiento de su vocación ganadera y de producción y comercialización de lácteos.

Este esfuerzo tiene como fin fortalecer la capacidad productiva en cuatro sujetos colectivos Canaán, La Pola, Bejuco Prieto y La Palizua, y generar impacto de desarrollo económico y productivo en la región que permita la sostenibilidad de las familias.

Así mismo se adelantan dos proyectos más con Prosperidad Social, PNUD y el Ministerio de Trabajo para el fortalecimiento de las capacidades productivas y organizativas al interior del sujeto colectivo, lo que les permitirá un crecimiento exponencial en la cadena de producción y comercialización de leche y productos lácteos.