Gracias al proceso de reparación colectiva muchas de las víctimas del conflicto armado en Colombia hoy son líderes, han recuperado la confianza, han resistido y hoy reconstruyen el tejido social en sus territorios.

Durante tres intensos días se reunieron en Bogotá 82 sobrevivientes miembros de 29 sujetos de reparación colectiva, 24 invitados de organizaciones internacionales, delegados del Banco Mundial y de OIM además de algunos representantes de las entidades del Gobierno Nacional, en un Encuentro de experiencias en el que se resaltó el liderazgo de las víctimas, la importancia del proceso de reconstrucción del tejido social, la recuperación de la confianza y la fortaleza de las comunidades.

Colombia es hoy uno de los mejores ejemplos en términos de reparación colectiva el modelo, creado por la Unidad para las Víctimas, es la forma a través de la cual el gobierno ha respondido responde a la reparación de los daños colectivos causados en el marco del conflicto armado, a comunidades, organizaciones y grupos, reconociendo en su historia e identidad, los elementos que dan forma a su “ser colectivo”.

Las acciones contempladas, están dirigidas a contribuir especialmente a la recuperación del buen nombre de los colectivos, al restablecimiento de su tejido social, a la recuperación de las prácticas que históricamente le han dado sentido a la relación entre sus miembros, así como al fortalecimiento de las razones que los mantienen unidos. Su éxito radica en que cada una de las acciones propuestas se sustentan en la participación, la concertación y la toma conjunta de decisiones, permitiendo que sean los colectivos quienes protagonicen y definan su propio proceso de reparación.

Para los asistentes al evento escuchar los testimonios de las víctimas en sus territorios y compartir en medio de una dinámica de diálogo las experiencias de otros países que han sufrido conflictos de diversos tipos, fue una oportunidad única de aprendizaje y el acercamiento al resultado mismo de lo que se ha construido en los territorios. “Los que vinimos a conocer esta experiencia hemos ganado”, afirmó Marina Cubias, asesora de la subsecretaría de la inclusión social de El Salvador.

La reconstrucción psicosocial y la recuperación de la confianza cumplen un rol fundamental, según Jairo Rivas, consultor internacional en temas de reparación colectiva del Perú. “Hay una historia de amor en los territorios que hizo que las comunidades retornaran”, agregó.

“Hemos sido facilitadores de un espacio que es de ustedes”, indicó Viviana Ferro, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, “ustedes son conscientes de sus derechos y realidades y este es un proceso que continúa”, añadió. La construcción de una política social desde el territorio sí es posible y han sido las comunidades quienes los han demostrado. Las instituciones del Estado han acompañado los procesos, de manera lenta pero con resultados efectivos. La subdirectora agregó además que “Al día de hoy tenemos un balance positivo sin desconocer los grandes retos que continúan”.

Shari Eppel, directora de medios de Derechos Humanos en Zimbabwe, destacó la lucha de las víctimas. “Yo fui a La Secreta, un sitio apartado donde tuvieron días terribles. Destaco la reconstrucción del tejido social y valoro la inspiración de las comunidades. La Ley vence en 2021 y aquí hay una lucha por mantener ese espacio humanitario”, manifestó.

“Hemos trascendido, hemos podido contar nuestros daños y hemos podido avanzar con nuestros proyectos”, son las palabras de uno de los líderes participantes. Poner en contexto ante el mundo las realidades colombianas y mostrar los avances pone a Colombia en un escenario de paz. “Hoy tomamos la decisión de hacer vida comunitaria”, indicó.

Jan weetjens, gerente de práctica de Desarrollo social de América Latina y el Caribe del Banco Mundial se encargó de dar las palabras de cierre en este Encuentro, señalando que hay que profundizar en los procesos y compartir los aprendizajes con otros países. Aseguró que la base del trabajo de la reparación es la confianza. Indicó además que los proyectos deben traducirse en hechos y resalto que “cualquiera que sea la realidad no tiene impacto sobre la fuerza que están generando las comunidades”. Finalizó diciendo que “lo realmente valioso en todo este proceso es el poder de la comunidad”.