En la siguiente fase, esta organización campesina en Antioquia concertará con la Unidad para las Víctimas las medidas para resarcir los daños causados por el conflicto armado.

Con la aprobación del diagnóstico de los daños sufridos durante el conflicto armado por la Corporación de Acción Humanitaria por la Paz y la Convivencia del Nordeste Antioqueño (Cahucopana), se avanza hacia la formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva para esta organización comunitaria.

Tras la reunión entre el comité de impulso y representantes de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), se reconoce que, desde el año 2004, esta corporación que representa a comunidades mineras y campesinas de Segovia, Remedios, Amalfi y Vegachí fue objeto de daños políticos, materiales contra sus miembros que deberán ser resarcidos.

La organización sufrió asesinatos, desapariciones forzadas, amenazas y capturas ilegales de personas, así como persecución y la estigmatización en medio de la disputa entre grupos paramilitares, las guerrillas de las Farc, el Eln y la ofensiva militar de la fuerza pública.

“Es un logro que se nos reconozca como víctimas porque los municipios de Segovia y Remedios han sido muy golpeados por el conflicto. En estos municipios confluyeron estos actores armados, y hay una amplia población víctima que espera que se concrete la paz y reconciliación”, aseguró Cristi Lozano, integrante de la Junta Directiva y el comité de impulso de Cahucopana.

Tras aprobarse al diagnóstico del daño y a falta de validar el documento oficial, en la siguiente fase los representantes de la organización y sus comunidades deberán concertar con el Gobierno, a través de la Unidad para las Víctimas, las medidas de reparación.

Según Gina Jaimes, funcionaria de la Unidad para las Víctimas, “estas medidas deben estas asociadas al daño causado y según el trabajo adelantado apuntan al resarcimiento fortaleciendo lo organizativo, el reconocimiento del trabajo social y las garantías de no repetición de la violencia en el territorio”.

La notificación como sujeto de reparación colectiva a esta organización campesina del nordeste antioqueño se dio en septiembre del año pasado. Hasta ahora, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas tiene incluidos más de 500 sujetos entre grupos y comunidades en todo el país.

Como parte de la implementación del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc, se fortalece en la actualidad la reparación colectiva en las zonas priorizadas para el posconflicto como Remedios y el nordeste antioqueño.

La implementación de los planes de reparación colectiva se da por parte de las entidades estatales pertenecientes al Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Victimas (SNARIV), en cumplimiento de la Ley de Víctimas, que coordina la Unidad.

En Antioquia, las comunidades en este proceso se han beneficiado con la rehabilitación de vías, dotación de escuelas rurales, puentes, parques, centros médicos, reconstrucción de casetas comunitarias, apoyo a proyectos productivos, recuperación de prácticas y tradiciones, entre otras obras de impacto comunitario.