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Comunidades víctimas en El Bagre (Antioquia) garantizan su seguridad alimentaria
Con la inversión adecuada de su reparación colectiva que les otorgó la Unidad para las Víctimas, 100 familias afrodescendientes en El Bagre fortalecieron sus proyectos productivos.
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Gracias al plan de reparación colectiva que implementa la Unidad para las Víctimas, 100 familias de comunidades negras de las veredas Villagrande, Chaparrosa y Nueva Esperanza de El Bagre (Antioquia), obtuvieron la primera cosecha del proyecto piscícola como parte de la recuperación social y económica tras resistir al conflicto armado.
“Nos encontramos felices en este momento porque ya hemos logrado cosechar los primeros 50 kilos de producción piscícola, logramos ver que el esfuerzo del trabajo hecho de manera mancomunada con toda la comunidad funcionó y que gracias al recurso entregado por la Unidad para las Víctimas de la reparación colectiva”, aseguró Oiden Julio Vergara, representante del consejo comunitario de Villagrande.
El líder también reconoció que estas medidas “contribuyen a reparar, mitigar y resarcir los daños causados por el conflicto y la reconstrucción del tejido social que se había roto en nuestras comunidades”.
Además, recordó que entre 1997 y 2005, “este territorio fue muy golpeado por el conflicto con desplazamientos forzados de población, masacres, asesinatos selectivos, confinamientos y violencia sexual”.
Ubicadas a más de tres horas del casco urbano y con dificultades de acceso, estas comunidades vieron en el proyecto productivo del criadero de truchas, una forma de subsistencia, partiendo del trabajo colectivo para su beneficio, e invirtieron de la mejor manera este recurso otorgado como una de las medidas de reparación.
Es así como ha avanzado en este colectivo la implementación de las medidas de reparación concertadas previamente con ellos, en las que se retoman sus tradiciones y cultura y se impulsan también sus proyectos productivos individuales.
Wilson Córdoba, director de la Unidad para las Víctimas en Antioquia dijo que, “con este proyecto productivo piscícola se garantiza, no solo la seguridad alimentaria de estas familias en este momento dada la coyuntura causada por la pandemia sino también la sostenibilidad en el tiempo de que las comunidades afro allí asentadas tengan un ingreso para su bienestar socio económico”.
La implementación
En desarrollo del plan que contempla 22 medidas de su Reparación Colectiva se han implementado medidas para la recuperación sus costumbres y tradiciones, como el encuentro gastronómico y cultural, en el que los tres consejos comunitarios se concentraron en un solo lugar.
Para Miriam Beltrán, presidenta del consejo comunitario Chaparrosa, "con el encuentro gastronómico y cultural se retoman tradiciones ancestrales que se habían perdido por culpa de la violencia. Ahora, gracias a la reparación a las víctimas, contamos con el apoyo económico para hacerlo y por eso estamos felices".
Así mismo, recibieron por parte de la Unidad, equipos e insumos de confecciones (máquinas planas y fileteadoras, mesas de corte, telas e hilos), además, refrigeradores, grabadoras y micrófonos con una inversión de $75 millones a través del Banco Mundial, organismo que ayudó a la implementación de esta, otra de las medidas que se han implementado en estas comunidades negras.
Adicionalmente, se les entregó dotación de mobiliario (sillas y mesas) y kits de cocina con lo que se fortalece sus capacidades de productividad y procesos organizativos propios, con el fin de que puedan reconstruir su tejido social.
Dentro de las medidas de rehabilitación también se desarrolló formación de la guardia ambiental y el intercambio de semillas ancestrales, y la recuperación de la siembra de plantas que forman parte de la práctica de la medicina tradicional.
Para Martha Cuesta, miembro del consejo comunitario de Villagrande, “estamos en el proceso de Reparación Colectiva y de construcción de un comité de guardias ambientales, para poder recuperar lo perdido, la ancestralidad que hemos perdido, las huertas caseras, la siembra de plantas medicinales que perdimos por causa del conflicto armado”.
Con lo que Córdoba, director territorial de la Unidad, concluyó que "con estas dotaciones avanza la implementación del plan reparación colectiva aportando al fortalecimiento de la identidad afrocolombiana mediante medidas con enfoque étnico, que sirven para recuperar el tejido social, prácticas comunitarias y saberes ancestrales que alguna vez se interrumpieron por el conflicto armado”.
La Unidad para las Víctimas en Antioquia cuenta con 65 sujetos de reparación colectiva reconocidos (más de 700 en Colombia), 14 de estos con planes en implementación con medidas como rehabilitación de vías, escuelas, puentes, parques, dotaciones a centros médicos, instituciones educativas, puestos de salud rurales, casas de la cultura, centros de acopio y apoyo a proyectos productivos.
Además de las obras de infraestructura social, también se concretaron medidas como la recuperación de fiestas tradicionales que la violencia interrumpió, juntas de acción comunal y los liderazgos con la Estrategia Entrelazando, entre otros proyectos priorizados por las comunidades.
(Fin/SMC/LMY)