Con jornadas de acompañamiento a seis comunidades, pertenecientes al Consejo Mayor Comunitario del Bajo Atrato en Chocó, se enaltecieron las tradiciones y muestras artísticas que fueron restringidas por el conflicto armado.

La Unidad para las Víctimas realizó un recorrido por las comunidades de Tarena, Tumaradó, El Roto, Marriaga, Ticolé y el Puerto, pertenecientes al Consejo Mayor Comunitario del Bajo Atrato, Cocomaunguía, con el objetivo de recuperar las formas de trabajo comunitario y fortalecer las tradiciones afro.  

Durante las jornadas hubo acompañamiento a los juegos tradicionales, danzas, talleres y muestras artísticas propias de estas seis comunidades, asentadas en el río Atrato y pertenecientes al Consejo Mayor Comunitario del Bajo Atrato, Cocomaunguía, que tiene cerca de 2.184 integrantes.

Dentro del mismo ejercicio de integración, la Unidad entregó seis murales a las comunidades, que participaron de manera activa en su elaboración, como medida satisfacción, y en honor a las tradiciones que se vieron afectadas por el conflicto armado. 

“Nos reunimos para realizar el fortalecimiento cultural por medio del mural. Para nosotros como comunidad es de mucha importancia ya que en él está plasmada la historia y a su vez refleja las costumbres y cultura de nuestros ancestros”, expresó Froilán Castro Consejo, del consejo comunitario menor de Ticolé.

Además de propiciar los encuentros comunitarios, se realizó el seguimiento a los bienes de uso colectivo que ya se entregaron a la comunidad. Un tractor, un bote taxi y herramientas para el desarrollo de trabajo agrícola de este municipio, fueron las acciones de implementación dentro del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC).

Cocomaunguía es una de las primeras comunidades afro que cuenta con dos centros comunitarios entregados en 2022 como medida de restitución, entre otras medidas implementadas dirigidas a la satisfacción, rehabilitación, restitución y garantías de no repetición.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.