Estos territorios, que hacen parte de un sujeto de reparación colectiva, trabajaron unidos en la recuperación del entorno de la institución educativa Rosa Zárate de Peña.

Un domingo muy especial vivieron los habitantes de las veredas Los Pinos, Arenillo y La Ruiza en zona rural del municipio de Pradera. Un grupo de sus moradores, que hacen parte de un sujeto de reparación colectiva, se integró en una minga de reforestación en los alrededores de la Institución Educativa Rosa Zárate de Peña.

La actividad tuvo como objetivo la recuperación de prácticas culturales de la comunidad asociadas al intercambio y a la convivencia, las cuales se vieron interrumpidas o menoscabadas como consecuencia del conflicto armado.

Estas poblaciones fueron reconocidas como un sujeto de reparación colectiva por el Estado colombiano debido a que sufrieron confinamiento durante casi cinco años debido a la presencia permanente de grupos de audodefensas en el territorio, lo que no solo dejó muerte y miedo en esta zona, sino que afectó la vida cotidiana de las poblaciones, pues dichos actores llegaron incluso a prohibir reuniones, así como prácticas culturales, recreativas y deportivas.

“Para la comunidad es muy importante recuperar estas prácticas y dignificar estos espacios que han sido relacionados con momentos dolorosos”, indicó Jorge Vásquez, director (e) de la territorial Valle del Cauca de la Unidad para las Víctimas.

María Isabel Barberena, profesional del convenio de la Unidad para las Víctimas y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que acompaña este proceso, afirmó que esta minga de reforestación también busca fortalecer los lazos de amistad y confianza, así como a acabar con la estigmatización del territorio, cuyo buen nombre resultó afectado por causa de la guerra.