Vereda Cerro Azul reivindica la memoria de sus víctimas
Con la medida de satisfacción liderada por la Unidad para las Víctimas los pobladores de la vereda Cerro Azul en Ciénaga - Magdalena buscan enaltecer la memoria de sus familiares fallecidos.
Durante los días 7, 8, y 9 de septiembre del presente año, las víctimas de la vereda Cerro Azul Oasis jurisdicción de Ciénaga, Magdalena, trabajaron en la concertación y materialización de un lugar de memoria para el Sujeto de Reparación Colectiva.
La medida consistió en realizar un mural donde la comunidad podrá rendir homenaje a las víctimas sobre su labor campesina y reivindicar su buen nombre, el cual había sido enlodado por los grupos al margen de la ley haciéndolos pasar por guerrilleros y aislándolos de su territorio por muchos años.
Sergio Escobar, una de las víctimas de Cerro Azul, expresó: “Cuando existía el conflicto y llegaban los guerrilleros, nos tocaba meternos debajo de las piedras, al rato salíamos a ver si podíamos entrar nuevamente a nuestras casas, de repente se presentaban y nos decían que debíamos partir hacia Palmor y que debíamos dejar nuestras tierras, cuando intentábamos volver para recoger nuestras cosechas y llevárnosla para alimentar nuestras familias nos decían que no había paso para nadie y las cosechas se perdían integras y si veníamos en botas pantaneras los paramilitares nos hacían pasar por guerrilleros y nos mataban” .
Por esta razón, la Unidad para las Víctimas, desde la Subdirección de Reparación Colectiva y como parte de la Medida de Satisfacción. realiza este reconocimiento en la vereda y busca su dignificación, desestigmatización y recuperación del buen nombre, en el marco del proceso de reparación integral.
El enlace de Reparación Colectiva Juan Francisco Vargas quien fue el encargado de implementar la medida en el territorio afirmó: “Hemos concertado con la comunidad el contenido del mural, en él estará plasmado el nombre de las víctimas fallecidas y se realizará un homenaje a su trabajo campesino, al paisaje de la Sierra Nevada y a los cultivos que los representan, recordemos que por ser una medida de satisfacción es la misma comunidad la que decide qué desea hacer y qué debe ir plasmado en él y nosotros ayudarlos a desarrollar iniciativas de memoria y reparación simbólica que busquen restablecer su dignidad y difundir la verdad de lo sucedido”.
Llair Riatiga, miembro de la comunidad, concluye: “Al mirar ese mural recordaremos siempre a nuestras víctimas. Esto nos impulsa a seguir adelante y al ser pintado por nuestras propias manos, les estamos haciendo un homenaje póstumo a cada una de ellas y honrando su buen nombre”.