La Unidad para las Víctimas entregó la semana pasada materiales de construcción en el municipio de Baraya, en el departamento del Huila, con el fin de mejorar las instalaciones educativas de las veredas Los Laureles, Nueva Reforma y La Libertad, de la zona.

Con el fin de disminuir la vulnerabilidad de la población frente al conflicto armado y garantizar las necesidades básicas de los afectados por la violencia en ese contexto, la Unidad para las Víctimas entregó materiales de construcción avaluados en más de 43 millones de pesos.
Se trata de una iniciativa de apoyo de la entidad a proyectos de infraestructura social y comunitaria en este municipio para garantizar que las víctimas suplan sus necesidades básicas en las zonas más afectadas por el conflicto en Colombia.

Para María Dolores Sanabria, directora territorial de la Unidad en el Huila, “esta es apenas una de tantas acciones que hacemos por los sobrevivientes del conflicto, porque la reparación va mucho más allá de una indemnización administrativa”.

Baraya cuenta con más de 2.500 víctimas registradas según el Registro Único que lleva la Unidad, mientras que la territorial Huila-Caquetá de la entidad tiene más de 400.000 afectados por el conflicto armado identificados.