Dic
02
2016

'Gracias al Fondo de Educación para Víctimas cumplí mis metas y logré el sueño de ser abogada'

Además de este Fondo, la Unidad para las Víctimas tiene 16 acuerdos con universidades que han posibilitado el acceso a 626 jóvenes, con descuentos por valor de $151 millones. Con el Fondo Alianza Medellín Antioquia (AMA) se han entregado becas a 2.385 jóvenes.

AntioquiaMedellín

Ni padecer de cáncer ni ser desplazados por el conflicto limitaron sus sueños de superación. Liliana se graduó y ya trabaja como abogada y Jonathan estudia en la universidad para cumplir su meta de ser administrador de empresa y salir adelante a una familia golpeada por la violencia.

Ambos jóvenes son víctimas de la violencia. Pero también tienen en común su deseo de superación y ser dos de las 498 personas beneficiadas en Antioquia por el Fondo de Educación Superior del que hacen parte Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el Ministerio de Educación Superior e Icetex.

Gracias a esta oferta, Liliana cumplió su anhelo de acceder a la educación superior, una motivación para afrontar el cáncer que le diagnosticaron seis meses después de sufrir el desplazamiento forzado del municipio de Granada (Antioquia) tras sufrir el asesinato de su padre, dos hermanos familiares y amenazas por parte de grupos armados ilegales.

“Ha  sido lo mejor que me ha pasado en la vida porque pude salir adelante, cumplir mis metas y logré mi sueño de ser abogada”,  cuenta entusiasma durante un taller sicosocial en el que compartió su testimonio de vida con 80 jóvenes que estudian gracias al apoyo del Fondo.

Allí relató que, como víctimas y en muchos casos desplazados que llegan a la ciudad en condiciones vulnerables, tienen temores y dificultades que la atención psicosocial de la Unidad para la Reparación a las Víctimas les ayudan a superar. “En mi caso que llevo cinco años lidiando con cáncer linfático agresivo que me vino seis meses de que me desplacé… pero aquí estoy por las ganas de vivir”.

Jorge Mario Alzate, director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en Antioquia, explicó que “el Fondo de Educación Superior contempla el pago de completo de matrículas y subsidio de manutención y pretende garantizar la educación para contribuir a la superación de la vulnerabilidad de los jóvenes que han sido víctimas”.

El funcionario agregó que durante el taller psicosocial y de orientación los estudiantes compartieron experiencias, logros y dificultades de su proceso educativo por su condición de víctimas, que “nos permite evaluar con ellos cómo va esta política para hacer ajustes si se necesita”.

Este es el caso de Jonathan, quien se desplazó con su familia de la comuna 13 de Medellín años atrás intimidados por la violencia y la presión para vincularse a grupos delincuenciales. Decidido a estudiar administración de empresas prestó dinero y para pagarlo empezó a trabajar durante las tardes y noches tras salir de clases. Recuerda que “salía al mediodía y trabaja hasta las 10 o 11 de la noche y eso era una carga muy pesada porque llegaba a la casa rendido”.

Para el segundo semestre de la carrera se enteró de la existencia del fondo de Educación Superior. “Me postulé y gracias al Fondo que me costea la matricula completa y manutención estoy estudiando lo que quiero en una universidad privada”, dice este joven visiblemente contento porque “me liberé de una presión. Ahora quiero ser profesional y tener mi propia empresa para sacar a mi familia adelante porque han sufrido mucho y darles calidad de vida”.

Además de este Fondo, la Unidad para las Víctimas tiene 16 acuerdos con universidades que han posibilitado el acceso a 626 jóvenes, con descuentos por valor de $151 millones. Con el Fondo Alianza Medellín Antioquia (AMA) se han entregado becas a 2.385 jóvenes.