Jun
08
2016

Esta semana, 278 víctimas del conflicto reciben su indemnización en el Eje Cafetero

La medida hace parte del proceso de reparación integral iniciado con la Ley de Víctimas, que el próximo 10 de junio cumple su quinto año de implementación.

RisaraldaPereira

Un total de 278 víctimas del conflicto armado en el Eje Cafetero reciben por estos días la indemnización administrativa que les otorga el Estado a través de la Unidad para las Víctimas. Aunque la compensación que éstas reciben por cuenta de los daños a los que han sido sometidos por parte de los grupos al margen de la ley no repara el dolor sufrido, durante las diferentes jornadas se vienen observando los rostros de alegría y satisfacción de quienes acceden a la indemnización administrativa.

En muchos de los casos, este recurso se convierte en un nuevo impulso económico en sus proyectos de vida, cumpliendo sueños que a menudo llevan mucho tiempo aplazando. Así, a través del componente de acompañamiento adecuado al uso de los recursos, la Unidad para las Víctimas propende por que la indemnización sea finalmente invertida en líneas benéficas como proyectos productivos, educación o vivienda.

“Estamos entregando un nuevo lote de indemnizaciones en el Eje Cafetero. Esta vez nos han girado desde el nivel central el beneficio para 278 personas, que a partir de ahora esperamos tengan la suficiente pujanza para poder vivir un mejor mañana, dejando atrás el dolor y el sufrimiento que en su momento les ocasionó la guerra”, comentó Ómar Alonso Toro Sánchez, director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.

La suma entregada asciende a $2.287 millones de pesos; de los que $1.156 se destinaron al departamento de Caldas, principalmente a víctimas de municipios como Samaná y La Dorada. Para Risaralda se adjudicaron $1.034 millones, siendo Pereira y Mistrató los municipios más beneficiados. Finalmente en Quindío la suma entregada llegó a $95 millones de pesos.

A pesar de hacer efectiva la indemnización, el papel de la Unidad frente a las víctimas no termina ahí: algunos continuarán recibiendo ayuda psicosocial enmarcada dentro de la estrategia de recuperación emocional y otros continuarán teniendo acceso a toda la oferta institucional en temas como educación y empleabilidad.