Vuelve la alegría a San Joaquín con sus fiestas de La Inmaculada
Como parte de las medidas de reparación, la comunidad del corregimiento San Joaquín, de El Tambo (Cauca), inició las celebraciones y manifestaciones culturales que fueron suspendidas por el conflicto armado.
La Unidad para las Víctimas acompañó la celebración de las fiestas patronales de la Inmaculada Concepción y de San Joaquín los pasados 7 y 8 de diciembre. Esta comunidad, que cuenta con 812 habitantes y que fue víctima del conflicto armado, ahora hace parte de los 303 sujetos de reparación colectiva con los que trabaja la Unidad. A partir del 2013, el corregimiento San Joaquín inició su proceso de inclusión como sujeto de reparación colectiva y para octubre de 2014 se presentó el plan integral de reparación colectiva.
“Esta es una de las oportunidades que estábamos esperando hace mucho tiempo, porque desafortunadamente, por el conflicto armado, habíamos tenido que suspender estas actividades por algunos años, pero gracias a Dios y a la Unidad estamos reviviendo estas actividades y estoy complacido de estar en este evento. Ahorita estamos rescatando todos nuestros propósitos y actividades como las fiestas patronales, la navidad y la Semana Santa. La Unidad nos aporta lo que necesitamos para hacer estos eventos”, comentó Laureano Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal y habitante del corregimiento.
En enero de 2012 la población estuvo en medio de los combates y 40 viviendas sufrieron afectaciones, incluso tres de ellas quedaron totalmente destruidas. Jorge Vásquez, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Cauca, afirmó: “En este ejercicio participó toda la comunidad de San Joaquín. Ellos quieren recuperar todo lo que se perdió por causa del conflicto armado dentro de sus ejercicios tradicionales y culturales. Hoy procuramos recuperar las tradiciones que se perdieron en este aspecto, para que así se creen de nuevo los lazos de solidaridad y cohesión social”.
La Unidad financió el pesebre, el árbol de navidad, un plato navideño y se pretende que la novena navideña sea el elemento que unifique nuevamente a la comunidad. Dentro de las medidas de satisfacción, se está haciendo un aporte para la restauración de la estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción, como un ejercicio de la comunidad de San Joaquín. Esta población, que en su mayoría está conformada por campesinos, es muy religiosa por lo que el rescate de sus tradiciones y la celebración de este tipo de actos afianza los lazos sociales y comunitarios.
Marta Jazmín Salazar, quien hace parte del Comité de Impulso y es ‘tejedora’ (es decir, participante) de la estrategia Entrelazando: “Nosotros somos una comunidad netamente religiosa y se celebran muchas fiestas de los santos. Es muy importante que la Unidad nos acompañe a estas actividades y así se ve la respuesta de la gente. A nosotros nos ubicó la Unidad y la comunidad decidió hacer parte de este proceso de reparación colectiva y nos apoyan no solo en los eventos sino en la reparación de las estructuras físicas y en la parte sicosocial a través de los grupos de tejedores y tejedoras”.