Dic
01
2016

La vereda Guaduas (Chocó), donde conviven víctimas y excombatientes, busca limpiar su nombre

La vereda Guaduas, en el municipio de El Carmen de Atrato (Chocó), es vivo ejemplo de reconciliación. Una parte de sus habitantes fue afectada por el desplazamiento forzado, y la otra, reintegrada de la extinta guerrilla Ejército Revolucionario Guevarista (ERG). Juntos, y con el apoyo de la Unidad para las Víctimas, harán una cabalgata por la reconciliación el 3 de diciembre.

ChocóEl Carmen de Atrato

La comunidad de Guaduas quiere que se la recuerde como ejemplo de pujanza. Quiere dejar atrás la estigmatización que se dio cuando varios de sus habitantes hicieron parte de la guerrilla Ejército Revolucionario Guevarista (ERG). Por ello, en conjunto con la Unidad para las Víctimas, adelanta una campaña para posicionar el “buen nombre del guadueño”.

La iniciativa, que hace parte del proceso de Reparación Colectiva que la entidad avanza con la comunidad, incluye una cabalgata por la reconciliación el próximo 3 de diciembre, en la que participarán tanto víctimas como exintegrantes del ERG.

“Somos un claro ejemplo de perdón, de convivir con los mismos victimarios. Mucha gente que se desmovilizó allá vive con nosotros”, aseguró Marisol Sánchez, líder de la vereda.

“Imagínese a alguien que estuvo en un grupo armado, viviendo al lado, sin sentir temor ni nada”, agregó confiada.

En 2008, la guerrilla del ERG, con 45 combatientes, entregó las armas. Varios de sus fundadores hicieron parte de una misma familia, que quedó con la marca de haber pertenecido a aquella organización armada nacida como una disidencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Ahora, conviven en Guaduas antiguos miembros de la insurgencia y víctimas de la misma, mayoritariamente quienes tuvieron que desplazarse forzadamente y retornaron.

“Somos muy pujantes. Revivimos de las cenizas”, afirmó Sánchez. El fin de la campaña es que “el buen nombre del guadueño vuelva a aparecer en todas partes. Que (se vea que) nosotros no somos guerrilleros”, insistió.

Como parte del proceso de Reparación Colectiva, se han implementado cuñas en las radios comunitarias e incluso en cadenas nacionales para evitar la estigmatización, así como carteles entre la comunidad con el fin de evitar que se repitan los hechos de violencia.

“El proceso de Guaduas es ejemplar porque es lo que buscamos ahora que entraremos al posconflicto: la reconciliación”, aseveró, por su parte, Vladimir Rodríguez, subdirector de Reparación Colectiva de la Unidad.

La entidad acompaña a esta comunidad chocoana desde 2013, cuando sus habitantes se convencieron de iniciar este proceso para resarcir colectivamente los daños que dejó el conflicto.

“Lo que se busca en Guaduas es reconstruir el tejido social que quedó dañado porque cuando había presencia de la guerrilla, la gente desconfiaba hasta de sus propios vecinos”, complementó Rodríguez.

El 3 y 4 de diciembre esa vereda celebra la reconciliación, en una fiesta que la Unidad para las Víctimas apoya como parte de su proceso de Reparación Colectiva, uno de los más de 300 que la Unidad para las Víctimas tiene en marcha.

La entidad ha hecho presencia en Guaduas desde hace tres años. Para llegar a la zona, se debe ir desde Medellín a El Carmen de Atrato, a aproximadamente dos horas de la capital antioqueña.