Comunidades del resguardo Alto Andágueda avanza en el proceso de reparación colectiva
La Unidad para las Víctimas realizó este mes una jornada como parte del proceso de reparación colectiva con enfoque étnico.
Del 31 de marzo al 3 de abril de 2016, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas realizó la segunda jornada de caracterización de los daños sufridos en el marco del conflicto armado, por parte del sujeto de reparación colectiva de la comunidad de Cascarejo, en el resguardo indígena Tahami del Alto Andágueda, en el municipio de Bagadó (Chocó), con una concurrencia de más de 220 asistentes, provenientes de 15 de las 16 comunidades que conforman la zona 2.
Para la comunidad fue muy significativo el ingreso de la Unidad para las Víctimas, dado que es un territorio con condiciones complejas de acceso que implican recorridos de más de 14 horas caminando y en transporte mular.
Las autoridades indígenas señalaron que el proceso de reparación colectiva es una herramienta que posibilitará el fortalecimiento comunitario para la recuperación de sus modos y formas de vida, en la que hombres y mujeres aportan conjuntamente a la reconstrucción colectiva del tejido social y cultural.
Para el desarrollo de la jornada se utilizó la herramienta construida por la Unidad para las Víctimas, denominada ‘Maletín Divulgador de Reparación Colectiva con Enfoque Diferencial’, el cual está escrito en lengua Emberá Dóvida.
Con ello, se logró contextualizar el inicio del ejercicio para abordar la caracterización de los daños y la definición de las posibles medidas de reparación colectiva. Igualmente, en lengua propia se adelantó el ejercicio de explicación de los diferentes daños contemplados en el Decreto Ley 4633 de 2011.
Se identificaron afectaciones como la pérdida de las plantas medicinales, árboles maderables y sitios sagrados, además de afectaciones en los sectores productivo, organizativo y cultural.
Las personas pertenecientes a la zona dos del resguardo Alto Andágueda expresaron su anhelo por ser reparadas y gozar de nuevo plenamente de sus derechos, teniendo en cuenta a la Madre Tierra en condiciones apropiadas para su aprovechamiento en términos de seguridad alimentaria y la misma pervivencia del pueblo indígena de acuerdo a sus usos y costumbres culturales y ancestrales.