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“La paz comienza por el perdón”
Ese fue uno de los mensajes de las personas víctimas presentes en el acto de conmemoración del día de la Solidaridad con las Víctimas, que tuvo lugar hoy en el bulevar de Buenaventura. La cultura fue protagonista de esta jornada, que contó con la presencia de la directora general de la Unidad, Yolanda Pinto.
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“La paz comienza por el perdón”, dijo con contundencia Bolivia Valencia en medio de un poema que compartió con los asistentes a la conmemoración del Día de la Solidaridad con las Víctimas en Buenaventura, que tuvo lugar en el bulevar de esta ciudad. Doña Bolivia habló de dolor y el anhelo de un nuevo país, sentimientos que comparte con las otras madres cuyos hijos fueron asesinados en la masacre del barrio Punta del Este.
En esta actividad, liderada por la Unidad para las Víctimas, se rindió honor y se recordó a quienes en esta región han padecido por la guerra.
Yolanda Pinto, directora general de la Unidad, recogió las palabras de doña Bolivia y recordó el valor que tiene para el país que se diera fin a un conflicto armado que dejó tantas madres sin sus hijos. “No queremos la guerra nunca más. Hoy estamos aquí para recordar a nuestras víctimas, lo que no debe ser solo hoy, que tiene lugar la conmemoración. Las víctimas que ha dejado la guerra siguen en nuestra memoria”.
El acto público de conmemoración dio lugar prioritario a las expresiones culturales. Una muestra gastronómica con productos típicos del Pacífico recordó a los asistentes “los sabores de una Colombia en paz”, como lo dijo Francia, una de las personas víctimas que elaboró los productos.
También tuvo lugar una exposición de pinturas de gran formato denominada “Sobrevivientes”. En cuatro cuadros, jóvenes víctimas plasmaron cuáles han sido las herramientas que les han permitido superar las heridas del conflicto. Las obras hablan de la fe en Dios, de la música como instrumento de redención, de la importancia de la familia. Un lienzo más llegó al bulevar en blanco y poco a poco fue llevado con las huellas de los asistentes, quienes expresaron su solidaridad con las personas víctimas del conflicto.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega a la directora Pinto de una planta sembrada en una matera muy especial. La entrega la hizo Marloby Mina, quién le dijo a la funcionaria: “esta vasija se rompió en pedazos, así como nos rompimos por dentro las víctimas. Pegarla es difícil, jamás quedará igual, pero con ayuda, todo es más fácil. Incluso, trabajando con amor y compañía, pueda que quede mejor que antes”.
De la misma manera, se realizó una actividad denominada “Quema de malos recuerdos”. Fabiola Perdomo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, explicó que niños y jóvenes escribieron mensajes sobre todo aquello que no quieren que se repita derivado de la guerra, papeles que fueron quemados en presencia de todos. “Queremos quemar la indiferencia, el dolor, las armas, las malas palabras, la discriminación”, escribieron los muchachos en sus pequeñas cartas.
En esta actividad, la Unidad para las Víctimas trabajó de la mano de la Alcaldía de Buenaventura, la Mesa de participación Efectiva de Víctimas, la Mesa de Acceso a la Justicia, Víctimas, Protección y Memoria, Fundescode, Pastoral Social y Fupad.
*Cifras en Buenaventura*
En Buenaventura, una ciudad de cerca de 424.00 habitantes, se estima que hay 151.574 víctimas sujetos de atención y/o reparación, lo que significa que una de cada tres personas ha sido víctima del conflicto. En este distrito, el 95 % de quienes son víctimas han padecido el desplazamiento forzado.
En esta localidad se han estregado recursos por $46.010 millones por concepto de indemnizaciones y $158.373 en atención y ayuda humanitaria.
*Cifras en Colombia*
El registro de víctimas reconoce 8,6 millones víctimas del conflicto, 17% de la población del país. 80% víctimas de desplazamiento forzado, 10% víctimas de homicidio y 4% víctimas de amenazas. 50% hombres, 50% mujeres, 28% niños, niñas y adolescentes, 12% pertenecientes a una minoría étnica.
El 87% de los hechos declarados a partir de la vigencia de la Ley de Víctimas corresponden a hechos ocurridos con anterioridad a 2012. El número de nuevas víctimas registradas en 2017 fue el más bajo en los últimos 25 años.
135 adolescentes y jóvenes salieron de las filas de las FARC y hoy reciben protección del Estado para garantizar un proceso de restablecimiento de derechos adecuado e integral.
Hay 640 sujetos de reparación colectiva identificados (60% son étnicos, 9 constituidos solo por mujeres). De ellos, 127 cuentan con plan de reparación colectiva y 191 han sido beneficiados con estrategias de acompañamiento psicosocial comunitario.
222.500 hectáreas de tierra han sido restituidas a más de 30 mil personas.
La atención a víctimas del conflicto se centraliza a través de 196 Centros Regionales y Puntos de atención en todo el territorio nacional, donde ellas pueden acudir para acceder a todos los beneficios de la Ley de Víctimas.
Desde 2012, se invirtieron 4.3 billones de pesos en asistencia humanitaria a víctimas, con una disminución del 87% en el recurso anual requerido para atender la emergencia humanitaria, comparando 2017 y 2012.
La política pública vive una transformación mediante el diálogo con las víctimas: de una de lucha por reconocimiento, a una de realización y garantía de derechos. La participación de las víctimas es más fuerte que nunca a través de 1.057 mesas de participación elegidas de manera democrática a nivel municipal, departamental, nacional y en el exterior.
La implementación del Acuerdo con las FARC es una oportunidad para el fortalecimiento de la política de reparación y reconciliación. Hoy, 460 mil víctimas de desplazamiento han superado su condición de vulnerabilidad y se encuentran estables socioeconómicamente e integradas localmente.
104 mil millones de pesos se han invertido desde el nivel nacional en cofinanciar entidades territoriales con proyectos para la atención a víctimas, beneficiando a 112 mil personas.
La política de reparación integral en Colombia es la más ambiciosa en el mundo por su cobertura y su integralidad al abarcar los componentes de satisfacción, restitución, indemnización, rehabilitación y garantías de no repetición.
Cerca de 800 mil víctimas han sido indemnizadas administrativamente, el mayor número en el mundo con una inversión de 5 billones de pesos.
Más de 700 mil víctimas han participado en estrategias de recuperación emocional y rehabilitación psicosocial.
Una tercera parte de las mujeres víctimas de violencia sexual han sido indemnizadas y han recibido acompañamiento psicosocial.
153 mil víctimas han participado en estrategias de recuperación emocional a nivel individual y grupal y rehabilitación psicosocial, 74% de las cuales son mujeres.
La mejor garantía de no repetición es la implementación efectiva del Acuerdo de Paz.