Abr
01
2019

La Unidad entregó 425 metros de placa huella en Aratoca, Santander

Este proyecto de infraestructura social y comunitaria consistía en una placa huella de 425 metros, donde la Unidad para las Víctimas aportó $200 millones en materiales y el municipio contribuyó con la mano de obra.

SantanderAratoca

En un sencillo acto protocolario de inauguración de obra, el director Territorial Santander de Unidad para las Víctimas, Gonzalo García Bautista y el alcalde del Municipio de Aratoca, Pedro Julio Corredor Cáceres, hicieron la entrega de 425 metros de placa huella en la vereda Cantabara.

“Es un proyecto donde nos vemos beneficiados nosotros como comunidad víctima y adicionalmente aportamos a las otras comunidades que viven en nuestros alrededores. A la Unidad para las Víctimas les damos las gracias porque si no es de la mano y con el apoyo de ellos el alcalde no habría ejecutado esta obra”, dijo, María Mery Rodríguez, representante de las víctimas de la violencia de Cantabara.

Este proyecto de infraestructura social y comunitaria consistía en una placa huella de 425 metros, donde la Unidad para las Víctimas aportó $200 millones en materiales y el municipio contribuyó con la mano de obra.

“Infinitas gracias a la Unidad para las Víctimas, al doctor Gonzalo, que se pudo gestar y entregar esta gran obra en un sector donde beneficiamos a una población víctima y adicionalmente mejoramos la conectividad con los municipios de Curití, Cepitá y otros corredores; acá se nos presentaba el ingreso de grupos insurgentes cuando fue nuestro municipio flagelo de violencia”, indicó el alcalde de Aratoca, Pedro Julio Corredor.

La placa huella beneficiará a las víctimas de esta vereda y habitantes de cinco más entre las que están La Palma, Barinas, El Basto, Piedra Gorda y San Miguel (de Aratoca), aportando al mejoramiento de la comercialización de los productos agrícolas, tal y como lo expresó el director Territorial de la Unidad, Gonzalo García Bautista: “Con esta obra se están beneficiando no solo las víctimas, sino también un grupo poblacional aproximado a las 3.000 personas que les permitirá comercializar sus productos, mejorar sus condiciones de vida y trabajar en proyectos de turismo”.

Esta obra de infraestructura aporta a la producción agrícola debido a que permite una mejor comercialización de productos como el café, fríjol, yuca y plátano, cultivados principalmente por las familias de Cantabara y Clavellinas, labor que ellas realizan como forma de organización social del trabajo, constituyendo el soporte económico de los pequeños productores.