Mar
09
2018

Comunidad del Consejo Comunitario de Cabeceras retornó hoy a su territorio

120 personas de esta comunidad volvieron a su tierra luego de permanecer durante once meses en condición de desplazamiento en el casco urbano de Buenaventura, en un albergue temporal en el Coliseo de esta ciudad. La Unidad acompaña este proceso de retorno.

Valle del CaucaBuenaventura

Después de permanecer durante once meses en condición de desplazamiento en el Coliseo de Buenaventura, 120 personas del Consejo Comunitario de Cabeceras volvieron hoy a su territorio.

De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, que acompaña este proceso, este retorno se produce luego de que se cumplieran los tres componentes necesarios para tal proceso: seguridad, voluntariedad y dignidad.

El primer componente fue validado ayer (8 de marzo) en el marco de un Comité Territorial de Justicia, donde la Fuerza Pública indicó que en este momento están dadas las condiciones de seguridad para que se dé el retorno de esta población.

En lo que tiene que ver con las condiciones de dignidad, la Alcaldía de Buenaventura, a través de un comunicado de prensa, indicó que “hemos apoyado a las familias en temas de salud, vivienda, educación, cultura, deporte, agricultura, entre otros”. Añade que “se trabajó en la adecuación del colegio y puesto de salud, el mejoramiento de seis viviendas ahora y nueve posteriormente. Se les está entregando una planta eléctrica, además de ello, semillas para su autosostenimiento y generación de ingresos”.

De acuerdo con Fabiola Perdomo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle, a esto se suma apoyo por parte de la entidad a un proyecto agrícola con la entrega de herramientas para el trabajo requerido,  que les garantice su seguridad alimentaria. Estos insumos fueron entregados en el mes de diciembre y en articulación con la Secretaría de Desarrollo Económico y Rural harán parte de una intervención que incluye asistencia técnica para reanudar la producción agrícola en su territorio.

Esta comunidad abandonó su tierra debido a tensiones del orden público producto de la presencia en su zona de presuntos miembros del Clan del Golfo y el ELN, en disputa por el control del territorio.