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“Cuando sea grande quiero tener casa propia y ser veterinaria para cuidar los animales”
La reparación a víctimas impulsa los proyectos de vida de 40 niños, quienes junto a sus familias fueron afectados por el conflicto armado en Antioquia. Recibieron encargos fiduciarios (indemnización) y orientación sobre sus derechos.
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“Yo cuando sea grande quiero ahorrar para tener una casa propia y luego ser veterinaria y tener muchos animales para cuidarlos”. Lo dice tan convencida que dibuja sobre el papel una casa colorida y junto a ella se autorretrata como una mujer sonriente.
Camila* tiene 8 años y es muy sonriente. Le contaron que tenía un año cuando su padre fue asesinado por la guerrilla en una vereda del municipio de San Andrés de Cuerquia, a lo que le siguió el desplazamiento forzado de su familia.
Tras haber sufrido ese hecho violento que la privó de crecer con el apoyo de su padre, de quien ha escuchado que era “cariñoso y amable”, ahora está reconocida junto a sus parientes como víctimas del conflicto armado.
Por esa condición ella hizo parte del grupo de los 40 niños que participaron este lunes de la jornada Tren de Derechos en el municipio de Bello, con la que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas aplica el enfoque de niñez para el restablecimiento de los derechos de la población infantil.
Los niños procedentes de varios municipios antioqueños asistieron, junto a sus padres, a un taller psicosocial a cargo de psicólogos y profesionales, quienes los orientaron sobre los derechos de la niñez, la ruta de reparación y la adecuada inversión de los recursos por un poco más de $157 millones que recibieron de indemnización económica.
Ahora Camila tiene un dinero ahorrado para cumplir su anhelo de ser una veterinaria como parte de su reparación integral. Como el resto de los menores estos recursos los podrá cobrar una vez cumpla la mayoría de edad. Mientras llega ese momento, los dineros son consignados en un encargo fiduciario.
Para que aprendieran el valor de esos recursos destinados a su reparación jugaron y pintaron como parte de actividades psicosociales a cargo de los psicólogos y profesionales de la Unidad para la Reparación a las Víctimas. “Aprendimos que tenemos derechos como niños, que tenemos que estudiar, trabajar ahorrar para conseguir una casa, un carro o lo que queramos”, cuenta un niño de 10 años que quiere ser futbolista.
Reparación con enfoque niñez
Según Jorge Mario Alzate Maldonado, director de la Unidad para la Reparación a las Víctimas en Antioquia, Proyectándonos (dirigido a jóvenes entre 13 y 17 años) y el Tren de Derechos (niños entre 6 y 12 años) “hacen parte de la estrategia que se implementa en cumplimiento de la reparación integral con enfoque diferencial, en este caso, el de niñez”.
El funcionario precisa que “estos niños y adolescentes, que fueron víctimas del conflicto, son orientados como sujetos de derechos y participantes activos en su proceso de reparación y proyectos de vida". Además, explica que “antes de la implementación de la Ley de Víctimas estas indemnizaciones económicas eran entregados a los padres y, si bien quedaba en la familia, no se aseguraba que tuviera ese efecto reparador en los hijos que también eran víctimas del conflicto”.
La Unidad para las Víctimas ha entregado más de 60 mil encargos fiduciarios a menores de edad en Colombia, por valor aproximado de $140.000 millones, de estos más de 6.600 se notificaron en Antioquia.
*Nombres cambiados