En la citación se evaluaron los avances en la estructuración de los proyectos para campesinos beneficiarios de este comodato que busca apoyar los proyectos productivos

En las instalaciones de la hacienda Támesis, ubicada a 7 kilómetros de Montería, Córdoba, se reunieron 60 familias campesinas para realizar la segunda asamblea general de beneficiarios del acuerdo Támesis para hacer seguimiento a los avances en la estructuración de los proyectos productivos.

En la asamblea participaron Fensuagro, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Misión de Verificación ONU Colombia, el Fondo de Reparación para las Víctimas y la Unidad Para las Víctimas.

Durante la asamblea, las y los campesinos conocieron que, desde la ADR se está avanzando en la restructuración del proyecto y las áreas del suelo aprovechables y suelos con restricciones frente al tipo de cultivo en el predio.

De las 60 familias que recibieron el derecho de uso de estas tierras, el 90% de ellas ha cultivado maíz, yuca, fríjol, plátano, maracuyá, arroz, ñame y berenjena. Para Hermes Arroyo, víctima de desplazamiento forzado en el municipio de San José de Uré en el año 1993, la citación a participar de esta asamblea representa “organización y optimismo, porque estamos esperanzados en la documentación de las cuatro organizaciones para que haya el desembolso del proyecto”, expresó.

En ese sentido, Arroyo agregó que ve con ilusión la adquisición de “las estillas, el arreglo del puente, conseguir compradores para nuestras cosechas, tener las máquinas para la canalización del terreno porque hay una gran parte que es humedal y algunos compañeros están afectados con eso”.

Las familias campesinas recibieron la lujosa finca Támesis como un avance de la política del presidente Gustavo Petro para cumplir la Reforma Rural Integral, punto uno del Acuerdo de Paz. En ese sentido, fue también un paso hacia la reforma agraria que está impulsando esta administración para que las personas más vulnerables tengan acceso a las tierras del país.

La entrega de la Hacienda Támesis a tantas familias campesinas no es solo un avance en dichos términos, sino que carga un fuerte mensaje simbólico. Cabe recordar que el mega predio cuenta con 590 hectáreas y pertenecía a Jesús Alfonso Berrío, conocido como “Poncho Berrío”, socio de Vicente Castaño, exjefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Que esta propiedad sirva al campesinado en Colombia muestra un viraje en la historia de guerra para mirar con más certeza a la paz y la esperanza.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir" con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.