Con marchas, eucaristías, actos culturales y jornadas de atención, se conmemoró el Día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas del conflicto.

El evento organizado por la Mesa de víctimas del departamento involucró a los habitantes de la ciudad de Florencia (Caquetá), en las actividades que se desarrollaron durante todo el día.

Desde las 7:30 a.m. empezó la siembra de más de 100 árboles al borde del río Hacha, que contó con el apoyo decidido de diferentes entidades del Sistema nacional de atención y Reparación a Víctimas (SNARIV), quienes acompañaron a los grupos de víctimas en las actividades programadas en diferentes puntos de la ciudad.

En el acto de apertura participó la directora de Derechos Humanos y de DIH del Ministerio de Relaciones Exteriores, el alcalde de Florencia, la coordinadora municipal de víctimas y el comandante de la Brigada del Caquetá. Luego se trasladaron al centro del parque San Francisco donde se realizó una donación de zapatos para las víctimas del departamento.

Por otra parte, se realizó un partido de Fútbol (Golombiao) donde el equipo de víctimas jugó con desmovilizados en un claro ejemplo de reconciliación. Además, las víctimas marcharon alrededor del parque Santander, donde realizaron un corazón con telas blancas, verdes y rojas (colores que representan la mesa de víctimas del departamento) y encendieron velas como símbolo de paz y finalizaron con una eucaristía.

La reparación colectiva es el mejor acto de solidaridad

En el Coliseo Cubierto del municipio de Belén de los Andaquíes se realizó entre las 8:00 a.m. y 5:00 p.m. una jornada de atención para las comunidades de las veredas Puerto Torres y La Mono, que hacen parte de los procesos de reparación colectiva que adelanta la Unidad para las víctimas.

De acuerdo con María Dolores Sanabria, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Huila y Caquetá, “organizar esta jornada el día de hoy es la mejor manera de conmemorar el 9 de abril, porque trabajamos para que la calidad de vida de estas personas que durante muchos años sufrieron todo tipo de vejaciones crezca a partir de las acciones que hacemos como Estado. Es un gran reto pero lo vamos a llevar a buen puerto”.

Para uno de los líderes de la vereda La Mono, Pedro Muñoz, “siempre nos han dicho que nos van a ayudar pero no sabíamos cómo ni cuándo. Desde el año pasado que llegó la Unidad tenemos la esperanza que nos colaboren con la reparación, con proyectos productivos, con oportunidades para rehacer nuestra vida. Tenemos muchas esperanzas con este proceso. Esperamos que todo salga bien”.