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Líderes espirituales del resguardo Honduras, de Florencia, culminaron formación en cultural ancestral
Alrededor de 60 integrantes de la comunidad indígena embera chamí fueron capacitados en danza, música, pintura y medicina tradicional.
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En el marco del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), la Unidad para las Víctimas concluyó la formación de jóvenes líderes espirituales para miembros de la comunidad Embera Chamí ubicados en el resguardo Honduras en zona rural de Florencia (Caquetá).
Esto hace parte de la medida de satisfacción dentro del proceso de reparación colectiva de esta comunidad con participación especial del jaibaná e instructores de música, danza tradicional y pintura provenientes de Risaralda, donde se concentra la mayor cantidad de esta población indígena.
“Desde la Unidad para las Víctimas dirección territorial Caquetá –Huila venimos acompañando al pueblo indígena embera chamí en un proceso que busca que esta comunidad no pierda su herencia ancestral”, manifestó la directora territorial Caquetá Huila de la Unidad para las Víctimas, Yhina Paola Lombana López, quien destacó el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Renovación del Territorio (ART).
Con este tipo de ejercicios los miembros de la comunidad se fortalecen en su capacidad de influir, motivar, organizar y llevar a cabo acciones para lograr sus objetivos personales y grupales en el marco de los valores asociados a su espiritualidad. En el mismo, se les ayudó a identificar a las personas que continuarán con la formación para llegar a ser jaibaná, cuya influencia trasciende a todo el quehacer de los embera, en la medida en que “no solo curan a las personas con ayuda de los espíritus y las plantas medicinales, sino también la tierra, limpiándola de plagas y llamando con cánticos a la fertilidad”, explicó Liliana Isama, integrante de la comunidad.
Es, además, una forma de aportar a la renovación generacional, promoviendo la medicina ancestral y demás aspectos asociados a su cultura como la danza, la música, el vestuario y la pintura. De esto quedan como resultados sobresalientes 10 jóvenes formados en temas espirituales, otros 10 en música embera y 10 parejas de hombres y mujeres en danza.
A este grupo se unieron 20 integrantes más de esta comunidad que están dispuestos a apoyar la estrategia de enlazar de generación en generación el conocimiento ancestral embera. En total, 60 personas capacitadas.
(FIN/NIL/COG)