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Un centenar de víctimas recién graduadas de la universidad redescubrieron, con apoyo de la Unidad, sus sueños y la forma de concretarlos
95 personas entre 20 y 50 años de edad, participaron del II Encuentro de beneficiarios de la estrategia “De Tu Mano para un Mejor Futuro”, en Girardot, Cundinamarca. Mediante un simbólico viaje en barco de tres días, lograron llegar al puerto de sus metas y a la forma de lograrlas.
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El viaje simbólico de las 95 personas asistentes al II Encuentro De Tu Mano para un Mejor Futuro comenzó en el registro, al ingreso del evento, cuando recibieron un maletín rojo con una agenda y un botón. Sin tener el horizonte claro, empezaron el recorrido que los llevaría a aclarar sus sueños y metas, así como la manera de concretarlos desde el presente.
Las víctimas del conflicto armado que participaron en el Encuentro tenían entre 20 y 50 años y se habían graduado de estudios superiores hace poco tiempo gracias a la estrategia De TU Mano para un Mejor Futuro, en distintas zonas del país. Cuando llegaron al Centro Lagomar El Peñón de Girardot, no entendían bien de qué se trataba el taller de tres días, para el que viajaron en avión desde sus ciudades y luego por tierra durante tres horas desde Bogotá.
Pero empezaron a comprenderlo cuando los talleristas y monitores, vestidos de marineros, les fueron explicando cómo podrían lograr una mejor vida personal y profesional. Los maletines se fueron llenando de simbolismos como una brújula para buscar soluciones y una lupa para ver bien los problemas, pero también de formatos sobre cómo gestionar proyectos creativos y así ser emprendedores, o cómo hacer una buena Hoja de Vida si lo que quieren es ser empleados.
Liliana García Tobón se graduó en Derecho en Medellín, gracias a que fue seleccionada por la Unidad para las Víctimas, entre los 600 mejores estudiantes de Antioquia, y por ser a la vez víctima del conflicto armado en el municipio de Granada del departamento. Ella terminó su carrera en 2016 y relata emocionada cómo se siente hoy después de haber terminado sus estudios sin tener que pagar nada: “hoy pasé de ser víctima a trabajar con victimarios porque trabajo con desmovilizados, que pudieron haber sido los causantes de mucho dolor par mi familia.
Ahora sé que yo puedo hacer mucho ante la sociedad”. Liliana dice sorprendida “no sé qué hice para merecer tanto, este taller ha sido superemocionante, me imaginaba algo totalmente diferente, nos han tratado muy bien”. Emocionados estuvieron todos los participantes en cada etapa del taller que era como una metáfora de lo que podrían enfrentar en la vida. Cuando no sabían qué iba a pasar, cuando enfrentaban tempestades y se fortalecían con ello, cuando buscaban y encontraban soluciones y cuando, ya en el puerto, veían un horizonte claro, unas metas y la forma de empezar a concretarlas en el presente.
Fueron tres días en los que aprendieron a vencer sus miedos, a empoderarse y sentirse capaces de ser emprendedores, o a identificar cómo mejorar la elaboración de hojas de vida y su participación en entrevistas de trabajo. Mediante juegos de roles y otras prácticas identificaron sus fortalezas, sus logros y se comprometieron con la construcción de un mejor futuro para cada quien y para la sociedad.
En la noche de este miércoles, al final de taller, hubo una especial noche blanca simbólica en la playa del Centro Lagomar El Peñón, en la que en un círculo hecho en la arena ubicaron los Mandalas que hicieron durante tres días, que constaban de tres partes: una sobre el pasado, con sus conocimientos y recursos; otra sobre el futuro que desean; y una más con el presente en el cual pueden dar los primeros pasos hacia ese futuro.
Durante la ceremonia de cierre las 95 personas recibieron certificados de participación en el Encuentro y cada uno, en grupos de 8 o 9, expresó su compromiso con su presente y su futuro y el convencimiento de poder comenzar con entusiasmo la nueva etapa que como profesionales se abre en sus vidas.