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Guayabal de Toledo se afianza como territorio de paz
Atrás quedó la violencia y de ser un corredor estratégico para la guerra, este poblado rural pasó a ser una ruta que impulsa la convivencia y la gestión para el progreso comunitario. Esta comunidad finalizó su reparación colectiva en febrero de 2019.
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Guayabal de Toledo se encuentra ubicado a 45 minutos en transporte terrestre desde el casco urbano del municipio de El Peñón, en el departamento de Cundinamarca. Pertenece a la provincia de Rionegro, región importante para el departamento, dado que comunica el centro del país con el Magdalena Medio a través del eje vial Bogotá, Zipaquirá, Pacho, La Palma, Yacopí y por tener este privilegio geográfico fue corredor de las Farc y los paramilitares convirtiéndose en un centro de violencia entre los años 2000 y 2003.
Una comunidad de más de 800 personas conforman el Centro Poblado, en su mayoría sobrevivientes del conflicto mayores de edad. La guerra los amedrantó, pero no los venció, y con el pasar de los años y la presencia institucional como la de la Unidad para las Víctimas, regresó la esperanza de resarcir el daño y recuperar su dignidad.
El 12 de marzo de 2014, la Unidad los reconoce e incluye como sujeto de reparación colectiva denominado “La comunidad Centro Poblado Guayabal de Toledo”. El 10 de octubre de ese mismo año fue aprobado el Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), iniciando en pleno la implementación de medidas de rehabilitación, restitución, satisfacción y garantías de no repetición con 11 acciones integradas en la ruta de reparación integral.
Tras cinco años de trabajo liderado por la Unidad para las Víctimas y articulado con las autoridades locales, el comité de impulso y entidades que hacen parte del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV), en Guayabal de Toledo se logra un cambio en todos sus ambientes. Las cuatro escuelas de la región mejoraron su infraestructura y se dotaron con computadores, impresoras, video beam, tableros y pupitres.
A su vez, en el marco del componente de las acciones de rehabilitación se realizaron algunas para mejorar la salud de la comunidad, además de la recuperación de las afectaciones morales que sufrió la mayoría de los habitantes, con la implementación de las medidas de garantías de no repetición entre las que se destacan encuentros comunitarios para enaltecer el valor que han tenido los residentes de Guayabal de Toledo para resistir a la violencia y así continuar con sus proyectos de vida personal y comunitaria. En estas actividades se resaltan los murales elaborados por la comunidad haciendo de cómo era el centro poblado antes, durante y después del conflicto y como es ahora con la implementación del Programa de Reparación Colectiva de la Unidad para las Víctimas.
Dando cumplimiento a la totalidad de las medidas y sus acciones, alcanzó el cierre total el 21 de febrero de 2019, fecha que para la comunidad y en especial para el comité de impulso, se convirtió en el nuevo punto de partida para la gestión autónoma, con una capacidad instalada.
(Fin/WPG/AMV/CMC/LMY)