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Reparación colectiva con “Marca Propia”
Sobrevivientes del conflicto en Valle de San Juan (Tolima) superaron la violencia con el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas y ahora promueven la vereda El Neme, como destino turístico.
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Una de las historias de dolor y violencia de 73 familias afectadas por el conflicto en la vereda El Neme, en el municipio del Valle de San Juan, en Tolima, es la de Pablo Prada y los suyos. Una aterradora masacre en la que los paramilitares del Bloque Tolima, además de asesinar a cuatro integrantes de la comunidad, se apoderaron de la región desplazando a todos sus habitantes.
Retornar siempre estuvo en la mente de Pablo y tal vez por eso fue uno de los primeros en regresar a su tierra entre los años 2013 y 2014, época en la que la Unidad para las Víctimas, incluyó en el Registro Único de Víctimas (RUV) a la comunidad El Neme como sujeto de reparación colectiva, mediante la Resolución No. 2013-301040 del 27 de febrero de 2014.
Motivado por hacer parte de uno de los 140 sujetos de reparación colectiva microfocalizados del país, en el marco del proceso de la firma del Acuerdo de Paz, Pablo Prada entendió que había llegado una única oportunidad para él y los habitantes de la vereda, y por eso tuvo la iniciativa de formar parte del Comité de Impulso. “Teníamos que aprovechar este acompañamiento del Estado, acercarnos a las entidades y trabajar unidos”, asegura.
Era volver a comenzar, recuperar las relaciones con sus vecinos, las tradiciones colectivas, los cultivos de maíz, la fe en el Padre Jesús, patrono del pueblo, los maiceros y por su puesto la escuela, un lugar simbólico en el que la noche del 24 de abril de 2001 permanecieron retenidos para presenciar los actos más aterradores de sus vidas.
Sin embargo, recuerda que también durante el cumplimiento del Plan Integral de Reparación, se convirtió en el punto de encuentro de la comunidad y en el lugar en el que se erigió el "Muro de la Memoria", incluido dentro del componente de los imaginarios colectivos para la resiliencia.
“La Unidad nos brindó un acompañamiento muy importante en las obras que ellos hicieron acá, y eso fue 50 y 50. Ellos colocaban el material y nosotros poníamos el trabajo. Nos enseñaron a trabajar en comunidad”. Así describe este líder el proceso de implementación que la Unidad para las Víctimas ejecutó dentro del Plan Integral de Reparación Colectiva, que comprendió el desarrollo de una serie de medidas de restitución de derechos y satisfacción implementadas por medio de actividades y acciones en las que también participaron de manera activa las entidades que forman parte del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a Víctimas (SNARIV).
El proceso finalizó con éxito el 21 de diciembre de 2019. Ese día hubo lágrimas, sentimientos encontrados y mucha satisfacción. Pablo y sus vecinos, a una sola voz, pudieron decir: “Lo hemos logrado”. Al tiempo, se comprometieron a seguir adelante, y hoy El Neme se impulsa como marca propia con una ruta turística que cuenta los progresos de la recuperación del tejido social y las bondades de la naturaleza: ríos, cascadas y fincas agroturísticas en las que se producen cachamas, se hornean bizcochos de achiras, se procesa el maíz y se cosecha el sello café especial registrado por Pablo, pero donde sobre todo, se cultiva la Paz.
(Fin/WPG/AMV/EG)