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Más de 9.000 millones de pesos invertidos en cierres de Planes Integrales de Reparación Colectiva
En articulación con las comunidades y sus comités de impulso, la Unidad para las Víctimas ha cerrado 16 planes de reparación colectiva.
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“A la fecha, 14 comunidades y dos organizaciones del país tienen su Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), implementado con una inversión de más de 9.000 millones”, indicó Enrique Ardila, director técnico de Reparación de la Unidad para las Víctimas, y además, “cerca de siete sujetos ya cuentan con un cierre parcial de las acciones que son competencia de la Unidad, con un aporte de más de 5.000 millones de pesos”, añadió.
Entre las medidas implementadas destacadas, están las dotaciones en herramientas agrícolas para proyectos productivos como tractores o camiones; dotaciones a juntas de Acción Comunal y colegios o centros de educación; fortalecimientos a las prácticas culturales propias de las comunidades y las organizaciones; ejercicios de memoria para dignificar a las víctimas y exaltar el buen nombre de los colectivos y la implementación de la estrategia Entrelazando para contribuir en la reconstrucción del tejido social y el restablecimiento de las relaciones de confianza entre los miembros de los colectivos, con la sociedad en general y con el Estado.
De la mano de las comunidades e integrantes de estos 16 sujetos de reparación colectiva, se implementaron 176 medidas que contribuyeron al fortalecimiento organizativo, al restablecimiento de las relaciones de confianza y a la reconstrucción de su tejido social.
La reparación colectiva es un programa del Estado colombiano para contribuir en la reparación de los daños colectivos ocasionados en el marco del conflicto armado a las comunidades étnicas, comunidades campesinas o barriales, organizaciones y grupos, desde una perspectiva material, política y simbólica, explica Ardila.
Este proceso se lleva a cabo con los colectivos que han sido afectados en su identidad, propósitos comunes, prácticas culturales, entre otros, y que comparten un mismo espacio, se desarrolla a través de la implementación de cinco medidas: satisfacción, rehabilitación, garantías de no repetición, restitución e indemnización, la cual aplica solo para comunidades étnicas.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), a febrero 29 de 2020, están registrados 471 sujetos étnicos, 216 no étnicos y 51 pertenecientes a organizaciones y grupos, para un total de 738. De estos, 351 se encuentran en fase de identificación, 94 en alistamiento, 44 en caracterización del daño, 39 en diagnóstico del daño, 41 en diseño y formulación, 153 en implementación y 16 implementados.
La reparación colectiva no sería una realidad sin la participación y el aporte de las comunidades, organizaciones o grupos. Su fortaleza para sobreponerse y llevar a cabo acciones, de la mano de la institucionalidad, ha dejado resultados muy positivos para los colectivos y el programa.
(Fin/JFG/AMV/LMY)