Dic
02
2019

Comunidad de Pueblo Bello, en Urabá, concluyó su proceso de reparación colectiva

Fueron más de 6 años de trabajo en el Plan de Reparación Colectiva, proyectado para subsanar los daños ocasionados por el conflicto armado a este emblemático corregimiento de Turbo (Antioquia).

AntioquiaTurbo

Con la entrega de la cancha de fútbol, dotaciones deportivas y artísticas, se dio el cierre administrativo del Plan Integral de Reparación Colectiva del corregimiento Pueblo Bello, ubicado en la vía Turbo - San Pedro de Urabá, en Antioquia.

Este cierre se dio en el marco de la visita que realizó a Urabá el director General de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez.

Con la firma del acta, se dieron por cumplidas las 17 medidas del plan de reparación que incluía medidas de satisfacción, de rehabilitación y de restitución, y garantías de no repetición, que contribuyeron a la reparación de los daños sufridos por esta comunidad con ocasión del conflicto, en el casco urbano y las nueve veredas del corregimiento, el cual tiene una población aproximada de 5.000 personas.

La reparación colectiva de Pueblo Bello significó una inversión de $1.858.302.774, que se vio reflejada en el restablecimiento de las actividades productivas y las dinámicas socioeconómicas que se habían visto interrumpidas por el conflicto, y en la implementación de la estrategia psicosocial Entrelazando, que permitió devolver la confianza entre sus pobladores y recuperar el tejido social.

Durante la ejecución de este plan de reparación, la Unidad le entregó a la comunidad un tractor y un camión, los cuales fortalecieron la productividad de la comunidad y sus formas de cooperativismo.

Asimismo, este proceso vinculó a la niñez y juventud de Pueblo Bello, con la entrega de dotaciones tecnológicas, para las instituciones de las veredas, instrumentos musicales, dotaciones deportivas, artísticas, vinculando a cerca de 500 jóvenes en actividades como el teatro y la música. Hoy, Pueblo Bello cuenta con una banda musical y marcial con el talento de la Corporación Jóvenes con Futuro, que involucra en la actualidad a 80 jóvenes.

Recuento de los hechos

Entre el 13 y 14 de enero de 1990, un grupo de aproximadamente 60 hombres fuertemente armados, pertenecientes a una organización paramilitar creada por Fidel Antonio Castaño Gil denominada "Los Tangueros" realizaron un ataque, motivado en el robo de varias cabezas de ganado de propiedad de Castaño, por guerrilleros que posteriormente las transportaron a través de Pueblo Bello.

Posteriormente, sacaron de sus casas a un número indeterminado de hombres, a quienes llevaron a la plaza del pueblo y lista en mano, escogieron a 43 que fueron amarrados, amordazados y forzados a abordar dos camiones. Al parecer los 43 hombres, entre ellas 3 menores de edad, fueron asesinados el 14 de enero de 1990.

Camino hacia la reparación colectiva

Dentro de la lista de daños que había dejado el rastro de la violencia en el corregimiento, se podía evidenciar que se causaron afectaciones en la dinámica cultural, comunitaria, en los espacios de encuentro de la población, daños socioculturales, procesos organizativos, económicos, entre otros.

La Unidad comenzó a realizar los primeros acercamientos en el 2012 y en el 2013 fue incluido en el Registro Único de Víctimas (RUV), para iniciar con la identificación del daño y demás acciones que permitieron la elaboración, implementación y cumplimiento del plan colectivo.

Una de las primeras materializaciones del plan, en coordinación con la Gobernación de Antioquia, fue la construcción del Centro Social y Comunitario Remanso de Paz, que la comunidad considera un templo de la memoria donde resguardan los recuerdos de sus seres queridos y el relato de los hechos, para que nunca más se repitan.

Hoy, Pueblo Bello Brilla con luz propia, atrás quedaron los calificativos derivados del conflicto, y aunque este proceso culmina, los integrantes del comité de impulso aseguran que continuarán fortaleciendo lo que han logrado a través de la reparación colectiva, como el reconocimiento y apoyo de organizaciones internacionales y entidades del sistema.

“La implementación se dio acorde con lo que solicitamos, con lo que trabajamos por largo rato, ante todo en la construcción y generación de empresa, porque nos permitieron hacer cambios en el camino, cambios que fueron muy positivos,  nosotros como líderes sabemos que hay medidas que siguen y  se deben completar, que no le competen directamente a la Unidad, como las vías, el acueducto, que son responsabilidad de los gobiernos departamental y nacional”, expresó Ramón García, integrante del comité de impulso de Pueblo Bello.

En pueblo Bello esperan que el Gobierno y las demás entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, pese a haber concluido el proceso colectivo con la entidad, les siga garantizando sus derechos y atendiendo sus demandas como víctimas el conflicto armado.

(Fin/CYT/LMY)