Con la estrategia Entrelazando, la Unidad para las Víctimas y la comunidad de Chámeza en Casanare, reconstruyen los imaginarios colectivos creados por el conflicto armado.

Con el fin de contribuir en la reconstrucción del tejido social, recuperar la confianza y fortalecer la convivencia, tejedores y tejedoras del municipio de Chámeza, en Casanare, se reunieron por segunda vez, para aprender a expresar sus sentimientos e identificar los imaginarios colectivos que a lo largo de los años se han generados por el conflicto armado.
 
“Miedo a saludar grupos armados en general, las mujeres no debían tener contacto con militares, el municipio era un lugar peligroso de visitar, era mejor que el ejercito no hiciera presencia, ya que esto ocasionaba que hubiera arremetidas contra nosotros por parte de miembros de la guerrilla y no permitían reuniones religiosas”, son algunos de los imaginarios que recuerda Héctor Francisco Romero de 54 años, sobreviviente del conflicto armado y miembro del grupo de Tejedores y Tejedoras de este municipio.
 
El trabajo que realiza la Unidad con esta comunidad busca abordar el componente de prácticas sociales, la transformación de escenarios locales y los duelos colectivos, para que la comunidad de Chámeza logre afrontar los miedos generados por la guerra y así puedan recuperar sus prácticas sociales y propicien la dignificación de su historia.
 
Sobre este tema, el director territorial para Meta y Llanos Orientales, Carlos Arturo Pardo Alezones resaltó que, “recuperar y dignificar a las comunidades que han sufrido de cerca la violencia, es uno de los principales objetivos que tenemos con la realización de la Estrategia Entrelazando”. 
(Fin/DSC/FB/LMY)