60 mujeres de 10 municipios del departamento participaron de un taller sobre memoria histórica y construcción de agendas de paz.

La historia de las mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia es el relato del dolor y de valentía con la que enfrentaron los hechos victimizantes y de la forma como sobrevivieron en medio de la guerra.  Hoy, son ejemplo de liderazgo y desde sus historias de vida quieren construir paz.

Luz Mila Palomeque viene de Cimitarra (Santander), una de las regiones del Magdalena Medio santandereano más azotadas por el conflicto armado. Es presidenta de un consejo comunitario de mujeres afro y víctimas, y dice sentirse empoderada por este taller que le permite participar en la construcción de agendas de paz, un proyecto de la gobernación de Santander en articulación con la Unidad para las Víctimas.

“Gracias a Dios quedamos con vida. Las cosas que sucedieron fueron muy duras… Eso nunca se olvida, pero hay que dejarlo atrás, porque si un perdona se acaba el rencor y puede tener una vida mejor para sus hijos y para sus nietos”, expresó.

En el taller, que tuvo lugar en Bucaramanga entre viernes y sábado, se trabajaron dos productos: el ejercicio de recuperación de memoria histórica desde la perspectiva de resiliencia y resistencia de las mujeres y la construcción de agendas de paz, también desde esa perspectiva de mujer.

Alexandra Camacho, de la Corporación Andamios, que coordina el taller, explicó que el objetivo general para desarrollar las agendas de paz y memoria histórica de Cimitarra, Lebrija, Bucaramanga, Barrancabermeja, Floridablanca, Girón, Piedecuesta, Rionegro, Sabana de Torres y Puerto Wilches es que la mujeres generen acciones “concientizándose sobre lo que viene en un futuro sobre programas y proyectos, que cuando llegue una futura vigencia tengan las herramienta para que puedan ser incorporadas en las diferentes administraciones municipales”.

La Unidad para las Víctimas, en articulación con la gobernación de Santander, hizo parte de este taller de memoria y construcción de agendas de paz. “En este ejercicio de memoria histórica se les reconoce el esfuerzo por superar todas las situaciones de dolor que vivieron estas mujeres, y como son lideresas en sus territorios, les ayudamos en las propuestas que quieran incluir en los planes de desarrollo de los municipios”, explicó Isabel Castro, profesional de Nación Territorio de la Unidad para las Víctimas en Santander.