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Acción sin daño a las víctimas: tema que promueve la Unidad entre los policías de Cúcuta
A través de encuentros, la Unidad para las Víctimas busca concienciar a los integrantes de la Policía de la capital de Norte de Santander sobre la humanización en el trato que dan a las víctimas del conflicto armado.
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El compromiso institucional de reconocer y dar un tratamiento especial a todas las víctimas del conflicto armado es el tema que está promoviendo la Unidad para las Atención y Reparación Integral a las Víctimas, entre los miembros de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
La entidad incluso exhorta a los uniformados a que tengan en cuenta en el trato las características particulares de determinados grupos poblacionales a los que se aplica un enfoque diferencial (indígenas, personas mayores, personas con alguna discapacidad, niños niñas y adolescentes, sector Lgtbi), así como a las víctimas de abuso sexual.
Los encuentros son liderados por Bosco Guerrero Salas, profesional psicosocial de la dirección territorial de la Unidad en Norte de Santander-Arauca, tienen el aval del subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Rubén Darío Valencia Alvis, y cuentan con la participación del coordinador de los Derechos Humanos, Intendente (IT) Geyner Rafael García.
“Se trata de encuentros en los que se promueven el enfoque social y la acción sin daño para las víctimas del conflicto armado en el país, se busca humanizar el trato que consciente o inconscientemente se le da a esta población en un momento dado, especialmente por parte de miembros de la institucionalidad, que son corresponsables en su reparación”, explicó Guerrero.
“Las víctimas sufren y hay que creerles sin importar que la imagen que proyecten pueda desmentir el sufrimiento, porque cada ser humano simboliza de manera diferente el dolor. Hay que dejar que la gente exprese su dolor sin censura, porque eso le permite su recuperación. Estamos para escuchar, ayudar a que dejen atrás su tragedia”, aclaró el profesional.
Cada mes, la Unidad capacitará un grupo promedio de 30 miembros de la Policía hasta cubrir una población estimada de 300 uniformados, especialmente patrulleros y comandantes de Estaciones de Policía.