En las instalaciones de la UIS Bucarica se realizaron actividades lúdicas con familiares y amigos de las víctimas de desaparición forzada.

“Yo siempre te sueño, que llegas corriendo, te siento presente no importan los años, anhelo apretarte muy fuerte a mi pecho, preguntarte las cosas que pasaron y sacar de adentro esa pesadilla que carcome mi alma”, con este fragmento de un poema escrito por Aura María Díaz, representante de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes), se inició lo que se denominó la Vigilia por la Semana del Detenido Desaparecido, llevada a cabo en la capital santandereana.

Con la presencia de familiares y amigos de las víctimas de desaparición forzada, así como representantes de la Unidad para las Víctimas en cabeza de Martha Guarín Lizcano, directora territorial y la gobernación de Santander, con Manuel Ricardo Sorzano, secretario del Interior, se realizaron diferentes actividades lúdicas y culturales, que tenían como objetivo reflexionar y compartir entre quienes aún esperan a sus hijos, padres esposos y hermanos.

Aura María Díaz, representante de Asfaddes, hablo de este momento tan especial: “Estamos aquí reunidos porque nos negamos a olvidarlos, porque estamos en esa lucha contra el olvido y hacer memoria es traerlos a nuestros hogares tal y como ellos eran; esta es una vigilia, un acto cultural de reconciliación, de cantarles y decirles poemas para reencontrarnos y traerlos a la memoria”, indicó.

De igual forma, se escucharon canciones, se hicieron oraciones, se narraron cuentos y poemas al calor de la luz que iluminaba los rostros de cientos de desaparecidos que ha dejado el conflicto armado, cada quien participaba espontáneamente, aún con su silencio que se escuchaba en esta noche tan especial.

Martha Guarín Lizcano, directora territorial Santander de la Unidad para las Víctimas, expresó su solidaridad con las víctimas de desaparición forzada: “hoy les quiero expresar mi profunda admiración por la valentía y persistencia que ustedes han tenido en este difícil proceso, no es fácil perder un familiar, un ser querido, y más aún, no saber de su paradero; me sorprendo al mirar las cifras de Santander, en el Registro Único de Víctimas de la Unidad tenemos reportadas 5.440 personas como víctimas directas, sin contar las víctimas indirectas, las familias que hay alrededor de estas personas desaparecidas”.

“Te observo a través de la ventana, que entras sigiloso para devolverme los abrazos perdidos, los besos protegidos y para acompañarme a recoger las lágrimas vertidas por mis ojos tantas veces, para recoger la infamia y el olvido y para sobreponerme a la terrible indiferencia de los pueblos”, declamó Aura María Díaz, de Asfaddes.