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Más de 21.000 víctimas en Antioquia se han fortalecido gracias a Estrategia de Recuperación Emocional Grupal
Sobrevivientes del conflicto de Granada, La Estrella, Girardota y Medellín concluyeron, durante el mes de octubre, este proceso que les permite superar los temores y sufrimientos causados por la violencia.
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Con actos simbólicos y de memoria que los fortalecen para superar sus temores, 240 víctimas del conflicto armado en Antioquia terminaron su participación en la estrategia de recuperación emocional grupal, como parte de su reparación integral.
Luego de tres meses de atención sicosocial con los profesionales de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, sobrevivientes de Granada, La Estrella, Girardota y Medellín reconocieron avances para enfrentar las experiencias de sufrimiento para continuar con sus proyectos de vida.
El director de la Unidad para la Atención y Reparación a las Victimas en Antioquia, Jorge Mario Alzate Maldonado, resaltó que con esta estrategia sicosocial “se logra mitigar el impacto que causan en las personas los hechos victimizantes que sufrieron para que tengan condiciones emocionales con las que puedan continuar su vida familiar, laboral y aportar a sus comunidades. Esto hace parte de su reparación integral".
Desde que inició la Estrategia de Recuperación Emocional Grupal en el año 2012, ha beneficiado a más de 21.000 personas afectadas por el conflicto en municipios antioqueños y más de 150.000 en todo el país, informó el funcionario.
En Granada se beneficiaron con esta estrategia sicosocial 73 personas en la zona urbana y las veredas Mal Paso y Los Medios, en especial personas con alguna discapacidad sensorial, cognitiva, mental o motora.
En las zonas rurales, las víctimas crearon el llamado ‘Árbol de la Memoria’. “Allí pudieron contar su historia y lo dejaron como evidencia de la transformación que han logrado, también pintaron de blanco piedras sobre las que escribieron sus nombres y algunas frases alusivas a la paz, al perdón, a la reconciliación, a la recuperación emocional”, relató Juan David González, profesional del equipo sicosocial de la Unidad para la Reparación a las Víctimas.
En la vereda Los Medios, el Árbol de la Memoria se construyó con tres chamizos (uno blanco que simbolizaba la paz, otro azul que representaba el cielo y el agua, y el verde de la esperanza) para colgar de este los dibujos y mensajes como “fe”, “fortaleza”, “autoestima”, “valentía”. Este árbol lo colgaron en la iglesia de la vereda.
El cuadro que pintaron en la zona urbana para mostrar su fortalecimiento quedó expuesto en el nuevo centro para la inclusión social de la población con discapacidad de Granada.
En Girardota, cerca de 80 víctimas que habitan en las veredas El Yarumo y El Palmar decidieron cerrar su proceso de recuperación emocional con una “marcha como demostración de la resistencia que tuvimos los habitantes durante épocas de mucha violencia”, indicó uno de los participantes.
Entre tanto, en La Estrella, las personas decidieron cerrar su participación en el proceso con una integración. Según Dalila Pulgarín, profesional sicosocial, “cada persona sacó un papelito con el nombre de un integrante del grupo y escribió sus cualidades y lo que aportó al grupo, con el fin de fortalecer aún más los vínculos de amistad y solidaridad”.
En Medellín, la estrategia de recuperación emocional se realizó con otras 80 personas que integran grupos de autonomía económica, creados para fortalecer ideas de negocio. El acto de cierre consistió en la construcción de un mandala por cada uno de los asistentes, y al final uno grupal”.